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Medio ambiente

Así empieza la temporada (y III)

Balears ha reducido su número de banderas azules mientras que España consigue más que nunca - Limpieza, vigilancia y accesibilidad, las claves

La especie ´Pelagia noctiluca´ es de alta peligrosidad. Juan Cuetos/ Oceana

La temporada turística empieza con un esperado anuncio: el número de banderas azules concedidas a las playas y puertos deportivos de España. Este año se ha batido el récord del año pasado con un total de 577 banderas azules concedidas a las playas, cuatro más que el año pasado. En cuanto a puertos deportivos han sido 101 banderas, siete menos que el año pasado. Con tal número de banderas azules en playas, España encabeza la clasificación mundial, seguida por Turquía con 436, Grecia con 395, Francia 379 y Portugal con 299 banderas azules. En cambio, en el caso de los puertos deportivos, España ocupa el tercer lugar del ranking por detrás de Holanda con 112 banderas y Alemania con 106. La bandera azul es un distintivo que galardona aquellas playas con controles de calidad de agua, accesibilidad a personas con movilidad reducida o presencia de socorristas, entre otras. "Los datos reflejan el buen estado de salud del sector", asegura Isabel Borrego, secretaria de Estado de Turismo.

Entre las Comunidades Autónomas donde se ha registrado un mayor incremento de banderas azules ha sido Galicia (8), Murcia (5), mientras que en el caso de Balears, se ha observado un descenso de 11 banderas. De las que ha perdido las islas, siete corresponden a puertos deportivos y cuatro a playas. "En la posible causa de la caída de banderas en las islas está la exigencia de los criterios en la selección de las playas y en la reducción del número de empleados que la crisis ha generado", explica José Ramón Sánchez Moro, presidente de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), organismo que hace público los datos.

Medusas

Recientemente, el Govern de les Illes Balears ha presentado los primeros resultados obtenidos de la nueva herramienta de predicción de presencia de medusas en las aguas de baño de las islas. Así, desde la puesta en marcha de la herramienta, el verano del año pasado, se han realizado 17.507 observaciones de las cuales en 799 casos se detectó la presencia de medusas. La especie más abundante fue la Pelagia noctiluca, seguida por la Cotylorhiza tuberculata y la Rhizostoma pulmo.

"El Servicio de Recursos Marinos de la Dirección General de Medio Rural y Marino ha liderado la creación de este instrumento, pionero en Europa, que recoge de forma científica y sistemática en el aplicativo web los datos de las medusas detectadas", explica Gabriel Company, conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio. En él se compilan las observaciones diarias que se realizan en cinco reservas marinas a cargo del personal de la empresa pública SEMILLA, dependiente del Govern, y de la Dirección General de Medio Rural y Marino. A ello se le suman las 33 rutas de limpieza del litoral de las barcas del servicio de la Agencia Balear del Agua (ABAQUA) así como en 120 playas, donde el seguimiento es a cargo de los socorristas de la Dirección General de Emergencias. De esta manera, se observa la llegada de bancos de medusas desde las agua abiertas hasta las aguas de baño.

El aplicativo permite filtrar la información por lugar y periodo de tiempo y también cuenta con un mapa que muestra los puntos con más abundancia de medusas. Esta herramienta, que se ha puesto en marcha con recursos propios, empezó a gestarse en verano de 2013 a raíz de la aparición de varios bancos de medusas en el litoral balear. Se creó un grupo de trabajo interdisciplinar con la finalidad de estudiar este fenómeno y elaborar protocolos de actuación. "El objetivo final es doble: por un lado reducir los efectos de los bañistas y del turismo y, por el otro, ampliar el conocimiento científico sobre este fenómeno natural", explica el conseller Company.

Así, este instrumento ayuda a entender la relación entre las condiciones ambientales y la aparición de medusas y permitirá en un futuro la implementación de un sistema de predicción de medusas y de mitigación de sus efectos, que se estima que pueda ser una realidad de aquí a cinco años. En este proyecto participan diversos departamentos del Govern que trabajan de forma coordinada por primera vez, con diferentes instituciones científicas: Sistema de Observación Costera de las Illes Balears (SOCIB), Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB) y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía. Además, en el primer año de trabajo, se ha contado con la colaboración de los Ayuntamientos de Alcúdia y Muro.

Bolsas de plástico

Sin embargo, las medusas no constituyen una amenaza si las comparamos con las bolsas de plástico, que se han convertido en sus compañeras en sus travesías por el mar. Para evitar su proliferación, a finales del mes abril, el Parlamento Europeo dio verde a la nueva regulación que obliga a los gobiernos de los países de la Unión Europea a implementar medidas que reduzcan drásticamente el uso de bolsas de plástico de un solo uso.

El consumo medio de bolsas de un solo uso en la UE fue de 176 bolsas por persona por año en 2010. Los objetivos de reducción acordados se establecen de la siguiente manera: 90 bolsas a finales de 2019 (equivalente a una reducción de casi el 50 % en comparación con 2010), 40 bolsas a finales de 2025 (equivalente a una reducción de casi el 80 %). Para Florent Marcellesi, portavoz de EQUO en el Parlamento Europeo y miembro de la coalición Primavera Europea, "no podemos seguir desperdiciando unos recursos fósiles que se acaban y colapsando de forma absolutamente innecesaria la capacidad de resiliencia del planeta. Esta medida no sólo va a suponer una reducción de residuos, sino que es un mensaje claro desde las instituciones europeas para que gobiernos y ciudadanía se empleen en un cambio de modelo de producción y de consumo, un mensaje desde el Parlamento a los mercados y supermercados".

Suciedad arrastrada por el mar.

La contaminación que producen los residuos plásticos, y en particular las bolsas, no tiene fronteras y se observa especialmente en las islas de plástico que ya hay en mares y los océanos. Esto hace imperativo no sólo la regulación a nivel europeo, sino el establecimiento de acuerdos con terceros países. Poner precio a las bolsas de plástico de un uso se ha demostrado la medida más eficaz para reducir su consumo, por lo que muchos países de la UE ya han implantado esta medida de forma voluntaria. Sin embargo, tras la aprobación de la normativa, es presumible que se aplicará en todos los ámbitos, desde las grandes superficies, hasta las pequeñas tiendas de barrio.

Los últimos datos de Ecoembes, la organización que cuida del medio ambiente y promueve la sostenibilidad a través del reciclaje de envases, revelan que durante 2014 los ciudadanos de Balears reciclaron un total de 34.680 toneladas de envases, entre los que se encuentran millones de bolsas que podrían haber terminado en el mar. Así, cada ciudadano depositó una media de 15,4 kilos de envases ligeros (envases de plástico, latas y briks) en el contenedor amarillo, mientras que los envases de cartón y papel depositados en el contenedor azul (31,1 kilos) superaron a la media nacional con 16,4 kilos más por habitante.

Estos resultados son fruto de un modelo de colaboración público-privada que empieza con el ciudadano al depositar los envases en uno de 10.172 contenedores distribuidos por toda las islas, y que concluyen en una de las dos plantas de selección que hay en la comunidad. "Estos datos reafirman la implicación de los ciudadanos de las islas en materia ambiental y ratifican la apuesta que desde Ecoembes hacemos por la economía circular. Solo a través de un modelo de desarrollo basado en el consumo responsable y el reciclaje seremos capaces de alcanzar un futuro sostenible", asegura Óscar Martín, consejero delegado de Ecoembes. El compromiso de las 148 empresas de Balears adheridas a Ecoembes también es imprescindible, ya que permite financiar el sobrecoste que supone la recogida selectiva a los ayuntamientos.

A nivel nacional, trabajan desde 1999 junto con la organización para generar envases más sostenibles a través del ecodiseño, facilitando así su reciclaje y reduciendo su huella ambiental. Así, se ha reducido el peso de los envases un 17% desde que se pusieran en marcha los Planes de Prevención, en los que las empresas baleares han participado implantando medidas que han mejorado las sostenibilidad de los envases.

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