-Don Toni.
-A su disposición.
-¿Se le ha pasado ya el ataque de importancia?
-Permítame que le diga que hasta Rosa Díez se ha dado cuenta de que yo soy importante.
-Por cierto, mire que le duran poco a usted las relaciones con las mujeres...
-Es verdad. Voy a ver si me meto en un partido político en el que todo sean tíos.
-Dice Rosa Díez que la mentira tiene patas cortas ¿Sabe usted qué querrá decir con eso?
-A ver, que es que Rosa es muy metafórica y muy bruja.
-Quiere usted decir que Rosa Díez maneja sortilegios...
-No. Quiero decir que Rosa Díez se desplaza subida en una escoba.
-Que, por cierto, tienen ustedes el partido en desbandada...
-Y le diría que hemos tardado.
-De quién querían ser ustedes alternativa, del PP o del otro partido político...
-Pues nunca lo hemos tenido claro. Aunque últimamente queríamos ser alternativa de Ciutadans.
-¿Y ahora?
-Ahora nos queda grande hasta Izquierda Unida, que ya es decir.
-Y usted que quería ser presidente de la Comunidad Valenciana...
-Lo reconozco, algunas bebidas no me sientan bien.
-¿Y qué va a hacer España sin un político de su importancia, don Toni?
-Seguro que hay políticos que podrán suplir mi aportación y compensar mi ausencia...
-Que era broma, hombre, que nadie le va a echar de menos...
-¡Ah!
-Una cosa, ¿su decisión de volver a hacer teatro es irrevocable?
-Por supuesto. He de volver a lo que sé hacer...
-No, si precisamente se lo preguntaba por eso...
-No sé si le estoy entendiendo...
-¿Seguirá haciendo vídeos cachondos de contenido político?
-Solamente si es para meterme con los catalanes.
-¿Seguirá escribiendo paridas en Twitter?
-No eran paridas, eran pensamiento político.
-¿Pensamiento político? Eso es un oxímoron
-¿Oxímoron? Es que a mí no me gusta mucho el marisco.
-No sé que pedirle: que renuncie al teatro o a la política.
-Gracias. Es grato saber que te echan de menos...
-Me parece que no me ha entendido...
-Es igual, yo pondré cara de haberle entendido. Soy actor.