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Bolsa

"Para ganar hay que invertir, no jugar"

Luis García Langa y Alberto Ferreira son asesores financieros - Dicen que para ganar en bolsa la regla básica es la de no jugar, sino aprender a invertir

Luis García Langa y Alberto Ferreira enfatizan la necesidad de aprender a invertir antes de adentrarse en el mundo financiero.

"La liquidación del Banco Madrid constituye una operación extraña, opaca y mal llevada por el Banco de España". Luis García Langa y Alberto Ferreira, asesores financieros, aseguran que con otras entidades, entre las que citan a Sa Nostra, "se ha ido a un rescate directo o indirecto, y eso que estaban en una situación mucho más precaria que la de Banco Madrid, por lo que es muy extraño todo lo sucedido". Añaden que no se conoce cuál ha sido el verdadero coste del rescate de las cajas. "No se ha informado -dicen- del coste que ha tenido para los ciudadanos, aunque oficialmente se diga que el montante ha ascendido a los 60 mil millones de euros algunas fuentes indican que puede haber supuesto un desembolso cercano a los 300 mil millones de euros". "El gran problema -insisten- es que no se nos han dado los datos, lo que ha supuesto la unificación de las cajas y su posterior rescate o lo que habría supuesto la liquidación de algunas, entre ellas la de Balears, que era una de las candidatas".

Tras la sacudida, García Langa y Ferreira coinciden en señalar que el sistema financiero español está en mejores condiciones, "pero ahora -matizan- no es más que una fórmula matemática que funciona en base a la velocidad de circulación, puesto que únicamente el tres por ciento es papel moneda, el resto son números de ordenador". "Se puede afirmar-espetan al unísono- que el sistema financiero no existe; es un artificio que funciona mientras todo el mundo esté convencido de que así es". Precisan que puede servir para explicarlo establecer una analogía con Matrix". Al preguntarles qué lecciones hay que extraer de la crisis responden que "es evidente que, como sucede en todas las crisis, de las mismas se sale con algunos que se han hecho mucho más ricos y muchos bastante más pobres, al tiempo que la clase media se reduce". "En España -siguen diciendo- ha sido la clase media la que ha soportado el peso de la crisis, la que ha sido breada a impuestos, ya que la clase alta tiene a su disposición herramientas mucho más efectivas para soslayar la acción del Fisco, y no estamos hablando de las sicav". "Es una situación -matizan- que es común a toda Europa". ¿Puede cambiarse el sistema? "Al menos las diferencias se pueden atenuar -afirman-, pero ha de ser mediante una acción concertada en todos los estados de la Unión Europea, porque un solo país no está en condiciones de hacer nada al respecto".

Resulta chocante que a pesar de los efectos devastadores que la crisis ha generado, la bolsa no se haya visto particularmente afectada. García Langa y Ferreira destacan que "hay muchísima diferencia entre jugar en la bolsa e invertir en ella". "Quien juegue acabará perdiendo; el que invierta, terminará por ganar", especifican. Explican que la inversión siempre lo es a largo plazo, mientras que quien se arriesga a jugar lo hace a corto, añadiendo que es imprescindible poseer los conocimientos necesarios para adentrarse en el mundo de la bolsa, a fin de que acontecimientos inesperados, como un crac bursátil como el que hundió las bolsas en 1929 no te cojan desprevenido. "Si sucediera otra vez -opinan- algunos se salvarían, al tiempo que nuevamente serían muchos los que caerían, precisamente porque no habrían adquirido la información necesaria ni aprendido a invertir con seguridad".

Cómo invertir

La cuestión de cómo realizar inversiones con las mínimas garantías de solvencia y unas ciertas perspectivas de rentabilidad se resuelve, al decir de los dos asesores financieros, "determinando en primer lugar el perfil de riesgo y después estableciendo el tiempo en el que se va a tener el dinero en la inversión que se haya escogido". "El inversor -recalcan- ha de saber cuánto dinero está en disposición de perder, porque el riesgo de que ocurra siempre está presente, hasta dónde puede permitirse que se reduzca su patrimonio, puesto que a más aguante obtendrá una mayor rentabilidad". Por otra parte, también es necesario adquirir "conocimientos", por la razón de que cuanto mayores sean más disponibilidad de aguantar se adquiere". ¿Hasta dónde se puede llegar con el riesgo? La respuesta de García Langa y Ferreira es la obvia: "el riesgo es el de siempre, las variables son permanentes, no se pueden soslayar, por lo que cuando se invierte necesariamente se asumen unos porcentajes de volativilidad".

¿Dónde invertir? La pregunta ofrece diversas respuestas, dependiendo de cuándo se desee obtener los beneficios. García Langa y Ferrerira señalan que un inversor medio se tiene que fijar en tres puntos fundamentales: la jubilación, "porque mucha gente que invierte piensa que con 100 mil euros tienen suficiente sin percatarse de que sus pensiones cada vez serán más reducidas". La segunda variable es la de la situación de los hijos, "ya que si están estudiando sus carreras fuera de la isla, se han de presupuestar al menos 50 mil euros por hijo y año". La tercera variables es la de los imprevistos: el dinero que se puede necesitar en un momento determinado y, finalmente, calcular adecuadamente la pérdida patrimonial que se generan con las deudas y las hipotecas.

La hipoteca es un gasto

García Langa y Alberto Ferreira dejan claro que la hipoteca no constituye ninguna inversión, en contra de lo que la gente tiene asumido, sino que es esencialmente un gasto que muchas veces se hace muy pesado; aunque introducen una matización que estiman muy importante: "una cosa es la vivienda habitual, que no queda más remedio que asumir, y otra comprarla como simple inversión, lo que constituye un pésimo negocio, porque acabas pagando el doble", dicen, añadiendo que "el negocio lo hace el banco, y de ahí la burbuja inmobiliaria que hemos tenido que padecer".

Por encima de todo recomiendan a los inversores mallorquines que "se formen y se informen adecuadamente, que se empapen de cómo funciona el negocio de las inversiones a fin de que los bancos no les coloquen sus ahorros en los productos que sirven a sus intereses y no al de quien les confía su dinero". La recomendación que hacen es la de invertir fundamentalmente en fondos de inversión.

También destacan que lo sucedido con el Banco Madrid a corto plazo ha sido malo para el sistema financiero porque ha creado "desconfianza" entre los inversores, pero a largo plazo tiene efectos beneficiosos, "ya que obliga a la gente a espabilarse, a darse cuenta de que no puede ir sin más a depositar su dinero sin conocer los riesgos que corre al hacerlo". "¿Cómo va a situar un inversor más de 100 mil euros en una entidad bancaria sin saber el riesgo que significan los depósitos o cuentas corrientes?, se preguntan, para responderse que "lo ocurrido supondrá que a partir de ahora muchos inversores no serán tan incautos, sabrán a qué atenerse para no verse en la tesitura de quedarse sin una parte que puede llegar a ser importante de su inversión".

La Bolsa ha recuperado lo perdido en tiempos de crisis y el Ibex 35 ya está en valores récord. EFE

Sobre el asunto del Banco de Madrid dicen, además de lo ya manifestado, que "parece evidente que captaba dinero procedente del blanqueo de capitales, por lo que cuando el Banco de España decidió intervenir se produjo una masiva fuga de capitales, lo que hizo que el banco dejara de ser solvente". "Todo ello no es obstáculo -reiteran- para que lo sucedido no constituya una operación muy rara, fuera de lo habitual, y, además, realizada con una rapidez que también se sale de los cauces habituales".

Al plantearles si, superada la fase álgida de la crisis, es el momento adecuado para arriesgarse e invertir, precisan que "por supuesto que es un momento adecuado, pero siempre y cuando la inversión se ejecute adeucadamente, tomando las cautelas necesarias y sabiendo dónde se quiere hacer y los riesgos que se corren". "Lo que no puede hacerse de ninguna manera es invertir a ciegas o jugarse inconscientemente el dinero a la bolsa, porque el resultado será el de perderlo".

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