Condenada a mas de dos años de cárcel la asesora fiscal que simuló su muerte tras quedarse con 2,3 millones de una empresa

La asesora fiscal alemana Ina Zimmermann, que simuló su muerte en un falso accidente de tráfico para apropiarse de 2.300.000 euros del dinero que debía declarar al fisco una empresa de energía solar, ha sido condenada este lunes en la Audiencia de Palma a más de dos años de prisión por delitos de administración desleal y falsedad documental. Con carácter previo al juicio, la acusada ha consignado la suma de 1.550.000 euros. Esto ha sido considerado una atenuante muy cualificada de reparación del daño. Mientras, su hermana Anne ha sido condenada a diez meses por falsedad documental, al entregar los certificados falsos de la supuesta muerte de Ina. La fiscal pedía inicialmente para la acusada más de siete años de cárcel, que han sido rebajados tras un acuerdo de conformidad. Mientras que la acusación particular, ejercida por el letrado Francisco Sales en representación de la empresa afectada solicitaba para ella 13 años de prisión. La representante del ministerio público ha alcanzado un acuerdo de conformidad con las defensas y el letrado de la firma perjudicada se ha adherido

La acusada de quedarse un millón de euros dice que fingió su muerte por estrés

Los hechos por los que esta mujer ha sido condenada este lunes por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma tuvieron lugar entre los años 2009 a 2019 mientras prestaba servicios de contabilidad y de asesoría fiscal a una empresa de instalación de paneles solares. A Ina Zimmerman se le encomendó encargarse de los trámites fiscales para pagar los impuestos de esta sociedad mercantil. Estos debían contratar a profesionales en España, al tratarse de una sociedad mercantil alemana y desconocían, por tanto, los trámites fiscales.

En un principio esta sociedad tenía una gran confianza en Ina Zimmermann y le dieron un poder notarial para que pudiera ejercer su actividad con todas las garantías. Esto le permití disponer de los saldos bancarios y de realizar pagos mediante cheques y transferencias sin ninguna limitación.

Desde esta cuenta bancaria, en el periodo comprendido entre los años 2014 y 2019 según recoge la fiscal en su escrito, dispuso a su antojo del saldo y realizó numerosas transferencias. Durante este tiempo informó a la sociedad y le hizo creer que estos movimientos respondían al supuesto pago de impuestos. (IVA, Sociedades y sobre el valor de producción de la energía eléctrica). Su destino era bien distinto. Estas cantidades no se ingresaban en la administración tributaria. Por el contrario, las desviaba al las cuentas de las que ella era titular.

Así, entre el 1 de enero de 2014 y el 30 de septiembre de 2019 Ina hizo creer que se transfirieron supuestamente en concepto de pago de impuestos la suma de 2.517.094 euros. Pero solo 216.292 euros fueron destinados en concepto tributario. El resto, 2.300.801,56 euros se los apropió. Para que el saqueo de las cuentas pasara desapercibido, confeccionó una falsa supuesta conformidad tributaria.

Un falso accidente mortal de tráfico

Una vez que tuvo conocimiento de que la sociedad para la que trabajaba como asesora fiscal le había denunciado, Ina Zimmermann confeccionó un falso certificado de defunción. Su hermana Anne, también condenada por falsedad documental, lo aportó. En este documento se hacía constar que Ina supuestamente había fallecido en un accidente de tráfico ocurrido en Rostock.

Sin embargo, la Guardia Civil inició una meticulosa investigación en la que dio con el paradero en un lujoso chalé de Santa Ponça de esta asesora fiscal que saqueaba las cuentas de la empresa para la que trabajaba. La principal pista con la que contaban era que su mascota era un caniche gigante. Un ejemplar de perro muy raro en Mallorca. Tras peinar las urbanizaciones de lujo, los efectivos del instituto armado dieron con Ina Zimmermann y procedieron a su detención. Entre la documentación que le intervinieron se encontraba un pasaporte keniano en la que aparecía la fotografía de esta, con otro nombre.

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