Tribunales

El acusado de una oleada de robos en Calvià: "No recuerdo nada, consumía 100 euros diarios de cocaína"

El fiscal mantiene su petición de nueve años de prisión para el sospechoso, que reconoce algunos de los delitos imputados

El acusado, ayer durante el juicio.

El acusado, ayer durante el juicio. / M.O.I.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Palma

El fiscal mantuvo ayer al concluir el juicio su petición de nueve años de cárcel para un hombre acusado de una oleada de robos en hoteles y viviendas de Calvià. El sospechoso supuestamente desvalijó una decena de habitaciones y casas en apenas un mes, entre septiembre y octubre de 2024, hasta que fue detenido por la Guardia Civil. También utilizó tarjetas de crédito que había sustraído para realizar compras. El ministerio público le imputa delitos de robo con fuerza en casa habitada, hurto y estafa. El acusado, al que los investigadores intervinieron varios de los objetos robados, alegó en la vista oral que no recuerda haber cometido los delitos que le imputan porque en aquella época consumía «hasta 100 euros diarios de cocaína» y padece problemas mentales. Su abogado pidió una condena de un año de cárcel al considerar que deben aplicarse atenuantes de reparación del daño y grave adicción a las drogas.

El acusado, que está en prisión preventiva, ha explicado en el juicio que cuando ocurrieron los hechos sufría graves problemas de drogadicción. "Tenía un consumo excesivo de cocaína. Sufrí hasta paranoia, oía voces y no recuerdo ese verano. El hombre ha contado que poco antes de la oleada de robos estuvo ingresado en un centro psiquiátrico tras protagonizar un grave altercado, cuando se atrincheró en una vivienda de Calvià y amenazó con provocar una explosión con unas bombonas de butano. Salió unos días antes de cometer los robos que le imputan.

Hoteles y viviendas

El hombre, español y sin antecedentes penales, supuestamente cometió el primer robo el 20 de septiembre de 2024. Estaba hospedado en un hotel de la zona de Magaluf y se coló en la habitación contigua a la suya trepando por la pared divisoria de los balcones. Consiguió hacerse con 150 euros, siempre según la tesis de la Fiscalía. Al día siguiente se hospedó en otro hotel de Magaluf y se llevó de la consigna un Ipad y un libro electrónico que otra huésped había dejado allí. El 22 de septiembre regresó al primer hotel y volvió a colarse en la habitación de al lado por la terraza para apropiarse de dos camisetas de fútbol del Barça y el Mallorca y unos auriculares.  El 6 de octubre actuó de nuevo un hotel. Saltó por el balcón y robó 75 euros, las llaves de un coche de alquiler, unos Airpods y una tarjeta de crédito. Ese mismo día intentó utilizarla en un bar de Malaguf, donde trató de realizar ocho cargos que fueron denegados por la entidad bancaria. 

Sus siguientes objetivos fueron dos viviendas situadas en Costa de la Calma. En una entró el 9 de octubre tras romper la cerradura de la puerta principal y una venta. Esta vez logró llevarse una guitarra, un violín, una mandolina, tres flautas, unos prismáticos, un destornillador, dos taladros, 20 llaves y dos alianzas de oro. El 17 de octubre se coló en otra casa trepando por el muro perimetral de tres metros, rompió una ventana y cogió un televisor. Tuvo que dejarlo abandonado en el jardín porque saltó la alarma de seguridad.  Finalmente, en la noche del 19 al 20 de octubre aprovechó que estaba trabajando como empleado del catering de una boda que se celebraba en Porreres para cometer otro robo. Entró en una de las habitaciones de la finca y sustrajo 3.430 de cuatro víctimas diferentes, así como una tarjeta de crédito con las que posteriormente realizó 10 cargos por valor de 153 euros. 

Nueve delitos

El sospechoso fue detenido por la Guardia Civil el 21 de octubre e ingresó en prisión preventiva por orden judicial. La Fiscalía le imputa ahora cinco delitos de robo con fuerza en casa habitada, dos de estafa y otros tantos de hurto. Por los primeros reclama cinco años de prisión, por las estafas solicita dos años y medio y por los hurtos otros 18 meses de reclusión. 

Los investigadores de la Guardia Civil consiguieron encontrar una parte del botín cuando arrestaron al acusado, que tenía en su poder varios de los efectos robados. La Fiscalía solicita que indemnice a las víctimas que no pudieron recuperar su dinero ni las pertenencias sustraídas. 

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