La autopsia descarta que la mujer fuera asesinada y el detenido queda libre

Los forenses no encuentran ninguna señal de violencia en el cadáver y la Policía Nacional exculpa al hombre que fue arrestado en la finca

El hombre detenido durante la reconstrucción de los hechos en la finca de Son Gual

El hombre detenido durante la reconstrucción de los hechos en la finca de Son Gual

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Palma

La autopsia no ha revelado ningún signo de violencia en el cadáver de la mujer de 43 años que apareció muerta anteayer en una finca en la zona de Son Gual, entre Palma y Algaida. Tras recibir ayer a mediodía el informe preliminar de los médicos forenses que descarta que se tratara de un crimen, el hombre detenido por la Policía Nacional por su posible implicación en el fallecimiento fue puesto inmediatamente en libertad sin cargos. En sus declaraciones ante los investigadores siempre negó haber acabado con su vida y mantuvo que encontró a la víctima ya inerte en el interior de una caravana, en contra de lo que erróneamente informó ayer este diario, y luego la arrastró hasta una caseta.

Los investigadores del grupo de Homicidios de la Policía Nacional están ahora a la espera de recibir los resultados de las pruebas de tóxicos que se practicarán en las próximas semanas para aclarar si la mujer falleció debido a la ingesta de alguna sustancia o bien murió por causas naturales, según detalló la Policía Nacional, que ha descartado ya que fuera asesinada.

El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado el lunes hacia las dos de la tarde. Fue una amiga de la víctima quien contactó con la Policía Nacional, asegurando que el hombre la había llamado para avisarla de lo ocurrido y contarle que él era el autor de su muerte. Con esta información, los agentes acudieron rápidamente a la finca indicada, situada a la altura del kilómetro 15 de la carretera de Manacor, en la urbanización Na Maiola, dentro del término municipal de Palma pero colindante con Algaida. Allí hallaron el cadáver de la víctima junto a una caseta de aperos. 

Aunque ya entonces no detectaron signos evidentes de violencia en el cuerpo, la llamada inicial de alerta, la supuesta confesión y otros indicios les hicieron sospechar que el hombre que vive en una caravana en la finca podía estar implicado en la muerte y lo detuvieron allí mismo. 

Al ser interrogado por los agentes en comisaría, el sospechoso contradijo la versión ofrecida por la amiga de la víctima y negó haberle confesado la autoría del supuesto crimen. Sostuvo que descubrió a la mujer inconsciente y sin respiración en el interior de la caravana y admitió que optó por arrastrarla con la ayuda de una sábana hasta una caseta de aperos cercana y llamar a su amiga. Este comportamiento aumentó las sospechas de los investigadores. 

Los agentes del grupo de Homicidios y de la Policía Científica, así como un médico forense, se desplazaron a la finca y llevaron a cabo una inspección ocular. El especialista que examinó el cuerpo en el lugar del hallazgo no apreció tampoco signos evidentes de violencia en el cuerpo, aunque no pudo precisar la causa del fallecimiento. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma para practicarle la autopsia.

El mismo lunes por la tarde el juzgado de guardia acordó practicar una reconstrucción con el sospechoso, para que explicara in situ su versión de lo ocurrido y comprobar así si sus explicaciones cuadraban con las evidencias recabadas en el lugar. El detenido, que según fuentes de la investigación mantenía relaciones «esporádicas» con la mujer, fue trasladado entonces a la finca de nuevo y, ante una comisión judicial, insistió en su versión. Repitió que los dos estaban juntos en la finca y que en un momento dado entró en la caravana y descubrió que la mujer estaba inconsciente y no respiraba. En ningún momento dijo haberla matado y se desvinculó con firmeza de su fallecimiento. Tras esta diligencia, el hombre fue conducido de nuevo a comisaría, donde pasó la noche a la espera de que la autopsia arrojara luz sobre lo sucedido.

Sin signos de violencia

Los médicos forenses que ayer practicaron la autopsia no hallaron ninguna prueba de que la víctima sufriera una muerte violenta. Además de las pruebas radiológicas llevadas a cabo para detectar posibles lesiones internas que hubieran pasado desapercibidas, el examen del cadáver les llevó a descartar que la mujer fuera asesinada. Los forenses tomaron diversas muestras del cuerpo que serán analizadas ahora en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses para averiguar si la mujer había consumido alguna sustancia que le provocó la muerte o si falleció por causas naturales. 

Los forenses elaboraron un informe preliminar en el que descartan, a la espera de los resultados de las pruebas de tóxicos, la intervención de otras personas en el fallecimiento. Este informe fue remitido al grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que lo incorporó al atestado elaborado sobre el hallazgo del cadáver en el que recopilan todas las diligencias llevadas a cabo.

Con esta información, los propios investigadores dejaron en libertad sin cargos al hombre detenido. La Policía Nacional no da el caso por cerrado, a la espera de que los resultados de las pruebas de laboratorio permitan certificar cómo murió la mujer. 

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