Muere un hombre en Palma al caer de un cuarto piso al intentar recuperar su móvil: "Si cae sobre los padres cuando esperan a sus hijos en la escuela de kárate, habría sido un desastre"

La víctima ha fallecido en la UCI de Son Espases la madrugada de este martes tras ser trasladada al hospital en estado crítico

Edificio desde el que se precipitó un hombre cuando intentaba recuperar su teléfono móvil.

Edificio desde el que se precipitó un hombre cuando intentaba recuperar su teléfono móvil. / Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Palma

Conmoción en el barrio palmesano de El Rafal por la muerte de un vecino después de caer al vacío desde su domicilio en la cuarta planta al tratar de recuperar su teléfono móvil. "Si cae encima de los padres cuando esperan a sus hijos en las clases de kárate, habría sido un desastre", barruntaban algunos de los residentes de la zona.

El incidente ocurrió sobre las seis de la tarde del lunes en la cuarta planta de un edificio situado en el número 3 de la calle Pare Marià Payeras, del barrio de El Rafal. Entonces un hombre de 55 años se percató de que su teléfono móvil había caído en una plataforma inclinada hacia abajo. En ese momento la víctima inició una arriesgada maniobra para tratar de recuperar su terminal. Con una mano se sujetaba a la barandilla mientras que con la otra trataba de alcanzar el terminal.

Fatalidad

La fatalidad hizo que el pasamanos de la barandilla se desprendiera cuando el hombre se agarraba con fuerza a ella y cayó al vacío. En primera instancia, la víctima cayó sobre un coche y quedó tendida en la acera sobre un gran charco de sangre.

El estruendo del fuerte golpe del hombre contra el automóvil y el suelo inquietó sobremanera a los residentes en el barrio. Los mecánicos de un taller fueron los primeros en toparse con el cuerpo del precipitado. De hecho la caída fue sobre la carrocería de uno de los coches que estaban reparando.

Otros vecinos maldecían la idea de la víctima de arriesgar su vida y fallecer cunado trataba de recobrar su móvil. "Es como una droga (el terminal), que no nos podemos desprender ni un minuto de ella", relataba uno de los trabajadores de dicho taller. "El móvil sigue todavía allí", aseguró uno de los vecinos. Investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional abrieron una investigación y concluyeron que se trataba de un fatal accidente.

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