Tres condenadas por las quemaduras graves que sufrió el cocinero de un colegio de Palma

La directora del colegio Green Valley de Palma, la gobernanta del comedor y la responsable de riesgos laborales fueron condenadas ayer por las graves quemaduras que sufrió un cocinero del centro educativo al producirse una deflagración por el incumplimiento de las medidas de seguridad. La víctima resultó herida cuando estalló una garrafa de gel combustible que una empleada vertía sobre un quemador. El joven, de 29 años, quedó envuelto en llamas, tuvo que ser trasladado a un hospital de Barcelona y sufre importantes secuelas.

Las tres encausadas reconocieron ayer su responsabilidad en un juzgado de lo penal y se declararon autoras de delitos de lesiones imprudentes y contra los derechos de los trabajadores. La directora aceptó un año de prisión y las otras dos acusadas, seis meses de cárcel. Además, quedan inhabilitadas para ejercer sus cargos durante el tiempo de la condena. El perjudicado ya fue indemnizado con 170.000 euros por las compañías aseguradoras.

El accidente laboral se produjo el 14 de mayo de 2021. Debido a las medidas adoptadas para prevenir contagios de coronavirus, el servicio de comedor se realizaba en una zona del patio. Para mantener la comida caliente, bajo las bandejas que contenían los alimentos se colocaban unos quemadores alimentados con gel combustible.

La responsable del comedor cogió de un arcón una garrafa de cinco litros de este gel, la colocó sobre una mesa y empezó a rellenar el quemador sin asegurarse de que estuviera apagado, según consta en el acuerdo de conformidad. El resultado fue una importante deflagración que impactó directamente sobre el cocinero, un joven de 29 años que estaba al otro lado de la mesa.

El estallido provocó que el delantal de la víctima prendiera. Las llamas se extendieron rápidamente por todo su cuerpo y el joven se tiró al suelo para rodar y tratar de sofocarlas. No lo consiguió y tuvo que correr hasta la cocina, donde una compañera apagó el fuego con una manguera. El trabajador sufrió quemaduras de segundo grado en el 17 por ciento de la superficie corporal -el abdomen, los antebrazos, las manos y los muslos- y fue trasladado de urgencia al hospital Vall d’Hebron de Barcelona en estado muy grave. Fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas y le han quedado importantes secuelas estéticas.

La investigación policial reveló graves irregularidades, ahora reconocidas por las tres acusadas. No se había elaborado un plan de trabajo seguro para la manipulación y el almacenaje del gel, un producto químico muy inflamable cuyo etiquetado no estaba en castellano. Tampoco se puso a disposición de los trabajadores el manual de instrucciones de los quemadores ni se les formó para prevenir este tipo de accidentes. Estas omisiones, señala el acuerdo, «crearon un riesgo grave para la vida de los trabajadores y contribuyeron de modo relevante a la producción del resultado lesivo».

La Fiscalía reclamaba inicialmente tres años de cárcel para la directora del centro y dos años de prisión para los otras dos acusadas. Las penas definitivas quedaron rebajadas tras el pacto ratificado ayer en el juzgado entre el ministerio público, la acusación particular y los abogados defensores, Daniel Castro, Mar de la Loma y Sandra Mayrata. La responsable de recursos humanos quedó absuelta.

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