Un hombre y su inquilino, detenidos por agredirse a cuchilladas y puñetazos en Santa Maria

La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 62 años y a un inquilino suyo, de 45 años, por enfrentarse a cuchilladas y puñetazos en una finca en Santa Maria. Según la investigación policial, los dos acusados se enzarzaron en una pelea ayer por la mañana durante la que uno de ellos hirió con cuchillo jamonero al otro en el abdomen y este le pegó puñetazos y le tiró un candado a la cara, provocándole la pérdida de varios dientes. Los sospechosos, acusados de delitos de lesiones y amenazas, han sido puestos esta mañana a disposición del juzgado de guardia de Palma.

Los hechos, según han informado fuentes conocedoras del caso, ocurrieron a primera hora de la mañana del martes. La Guardia Civil fue alertada de que una persona había acudido al centro médico de Santa Maria para ser atendida por una herida de arma blanca. Los agentes acudieron al lugar y se entrevistaron con el perjudicado. El hombre explicó que reside en una finca a las afueras del pueblo donde conviven él, los propietarios del terreno y otra familia en viviendas independientes. Según su versión, su casero le amenazó e increpó para que se marchara de la vivienda. Él se opuso porque tiene todos los pagos al día y su rival cogió entonces un cuchillo jamonero y le atacó, causándole un corte a la altura de las costillas. Este sospechoso, que fue trasladado al hospital, aseguró no haber agredido a su casero.

Los agentes acudieron entonces al lugar de los hechos y se entrevistaron con una sobrina del otro implicado. La mujer contó que el inquilino se había presentado esa mañana en su casa, gritando y aporreando la puerta mientras les acusaba de haber quitado una cámara de vigilancia que tenía instalada. Su tío abrió entonces la puerta y empezó a discutir con el otro hombre, que le propinó varios puñetazos en la cara. La testigo reconoció que su tío cogió entonces un cuchillo jamonero, pero afirmó que no atacó a su inquilino. El otro acusado retrocedió al ver el arma y lanzó entonces un candado de grandes dimensiones que impactó en el rostro de su casero. La mujer explicó que su familiar había acudido por sus propios medios al hospital y aportó una fotografía en la que se apreciaba cómo le faltaban varias piezas dentales y tenía el labio partido. 

La Guardia Civil recabó los informes médicos de los dos perjudicados, que acabaron detenidos por delitos de lesiones y amenazas. Ambos recibieron el alta en las horas siguientes y han sido puestos esta mañana a disposición del juzgado de guardia de Palma.