Maltrato animal

Imputado por tirotear a dos perros que se colaban en su finca en Consell

Uno de los animales fue hallado herido con perdigonazos en la cabeza y las costillas y el otro desapareció

El acusado había discutido con la dueña de los canes porque perseguían a sus gallinas

Radiografía de uno de los perros de la denunciante, con dos proyectiles en la cabeza y las costillas.

Radiografía de uno de los perros de la denunciante, con dos proyectiles en la cabeza y las costillas. / DM

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Un hombre de 71 años está siendo investigado por un presunto delito de maltrato animal por tirotear a los dos perros de una vecina suya en Consell. Uno de los canes fue hallado el pasado verano con dos perdigonazos en la cabeza y las costillas y el otro ha desaparecido. Según la denunciante, el ataque se produjo tras una discusión porque los canes se colaban en la finca del acusado y perseguían a sus gallinas en la que amenazó con matarlos si volvían a entrar en su terreno. El hombre está acusado de un delito de maltrato animal y la semana pasada negó todos los cargos en su declaración como imputado en el juzgado de Inca que instruye la causa. Según su versión, nunca ha tenido armas y no sabe disparar. «Nunca he matado a ningún animal. Cuando tenía pollos, los regalaba para no tener que matarlos», afirmó en la comparecencia.

Los hechos se remontan a mediados del pasado mes de julio. La dueña de los dos perros alertó a la Policía Local de Consell para denunciar lo ocurrido. La mujer contó a los agentes que uno de sus perros había aparecido con una pata rota y varias marcas de perdigones en el cuerpo y que del otro no había ni rastro. La perjudicada señaló a su vecino, con quien mantenía un conflicto por los animales. El hombre, añadió, había instalado unos cepos junto a la valla que separa sus fincas. La denunciante había retirado las trampas y se las mostró a los policías, que elaboraron un reportaje fotográfico y un informe y traspasaron las diligencias a la Guardia Civil.

En su declaración ante los investigadores del instituto armado, la mujer -representada por el abogado Óscar Navarro- detalló que había tenido una reciente discusión con su vecino porque sus dos perros se colaban en la finca del hombre y perseguían a las gallinas. Según la denunciante, el acusado le dijo entonces que si los canes volvían a acceder a su terreno, los mataría.

El 16 de julio por la mañana, añadió, escuchó ladrar a unos de sus perros y salió de su casa para ver qué ocurría. El animal estaba llorando y cuando lo llevó al veterinario le explicaron que tenía dos proyectiles, uno alojado en la cabeza y el otro, en las costillas. El otro perro desapareció ese mismo día y la mujer aventuró que su vecino lo había matado y ocultó el cadáver.

El sospechoso fue citado a declarar unos días después por la Guardia Civil en calidad de investigado por un delito de maltrato animal. El hombre negó las acusaciones.

El caso fue remitido al juzgado de instrucción número 3 de Inca, que abrió diligencias por el asunto. El denunciado compareció el pasado día 15 de enero ante la magistrada y volvió a desvincularse del ataque a los animales. Solo respondió a las preguntas de su abogado y aseguró que no tiene armas de ningún tipo. «No sé disparar. No he tenido ni escopetas de balines. Nunca he disparado a ningún animal; no podría hacerlo porque soy muy torpe y no sabría. No me gustan las armas. Es increíble que me hayan denunciado. Incluso cuando tenía pollos los regalaba para no tener que matarlos», dijo.

El acusado añadió que el marido de la denunciante le amenazó con un cuchillo días después del ataque a los perros, hechos por los que fue condenado. El letrado de la acusación particular puntualizó que la sentencia, dictada en julio de 2024, está recurrida.

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