Okupación

Los okupas del apartahotel de Cala Bona dicen que pagaron el ‘alquiler’ en Manacor y en Son Gotleu

Tres personas permanecen en el interior del apartahotel mientras que otras ocho no pueden volver a entrar tras cambiar los bombines. Los moradores dicen haber abonado una suma para estar allí tres meses

Operarios cambian una cerradura en el apartahotel okupado Sol i Mar de Cala Bona. | D.M.

Operarios cambian una cerradura en el apartahotel okupado Sol i Mar de Cala Bona. | D.M.

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Los okupas del apartahotel Sol i Mar de Cala Bona aseguran haber contactado con personas en Manacor y en Son Gotleu y haberles pagado para acceder al interior del establecimiento cerrado por fin de temporada. Estos, supuestamente, les ofrecieron la posibilidad de permanecer en el interior un máximo de unos tres meses. No obstante el tiempo de permanencia es muy desigual.

Mientras que algunos de estos okupas del establecimiento se instalaron en noviembre de 2024, la mayoría irrumpió en sus estancias a principios de 2025. Estos okupas aseguran haberles abonado entre 1.000 y 900 euros al mes por permanecer en el interior.

En torno a una docena de okupas se han alojado estos días en lo que supone la primera okupación de un establecimiento hotelero en temporada baja en Mallorca. De estos, solo tres continúan en el interior mientras que ocho, que se habían instalado allí se han topado ahora de que no pueden volver a entrar.

Miquel Deyà, el administrador del apartahotel aseguró que los okupas , al entrar, «han robado todas las llaves». También salió al paso de las acusaciones de estos moradores irregulares de que les habían cortado el agua y la luz, al entrar en el establecimiento. «Todo esto se corta al finalizar la temporada y cerrar el apartahotel», precisó.

Ante la tensa situación que se ha desencadenado entre okupas y la propiedad, la Guardia Civil acudió al lugar. No obstante su principal misión ha sido recabar denuncias de unos de otros para presentárselas al juez y que actúe en consecuencia.

Desde que saltaron las alarmas por esta okupación, unos y otros se han personado ante los efectivos del instituto armado por cuestiones bien distintas. Así, la propiedad formuló denuncias contra los okupas por presuntos delitos de usurpación de uso y daños. Mientras los moradores les acusan de coacciones, detención ilegal y allanamiento de morada.

Al parecer entre estos okupas hay una pareja con dos niños. También hay un hombre que dice tener diabetes y otro okupa que asegura que necesita tomar medicación para tratar una patología psiquiátrica. Mientras tanto, la propiedad se ha dedicado a cambiar las cerraduras para que estos moradores irregulares no puedan volver a entrar. «Les vamos a denunciar por coacciones», asegura en una grabación con un teléfono móvil una de las personas que se ha instalado en este establecimiento cerrado ahora al público.

Otros de los okupas han preferido acudir al juzgado de guardia de Manacor para denunciar lo que entienden que supone una vulneración de los derechos.

«Nos han tomado el pelo»

Al parecer muchos de estos okupas se sienten estafados por las personas que les ofrecieron instalarse en las habitaciones vacías del apartahotel a cambio de dinero. «Nos han tomado el pelo», subrayan sin ambages.

Por otra parte esta okupación en un establecimiento hotelero durante el fin de la temporada turística ha enervado a la patronal y la ha puesto en pie de guerra. A su juicio este hecho puede sentar un precedente y han reclamado «medidas efectivas» para solventar esta situación en el menor tiempo posible y tratar de evitar que algo así se repita.

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