La Guardia Civil halla en Porto Cristo el yate que causó la muerte del joven en Cala Bona

Los investigadores de la Policía Judicial tratan de determinar la ruta que hizo el barco de pabellón alemán

Un testigo asegura haberse topado con la tripulación «muy borracha» antes del siniestro

La Guardia Civil localizó ayer en Porto Cristo el yate que, supuestamente, arrolló mortalmente al joven Guillem Comamala, de 20 años, la noche del viernes cuando estaba en un pequeño bote con dos amigos más en Cala Bona. La lujosa embarcación, una Riva 66 Ribelle de color oscuro, de más de veinte metros de eslora, y pabellón alemán no se detuvo en ningún momento y se dio a la fuga.

Buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil realizaron previamente una inspección submarina del casco de la embarcación para tratar de encontrar huellas de la colisión ocurrida horas antes en el puerto de Cala Bona.

A la derecha, la lancha que supuestamente arrolló al joven en Cala Bona.

A la derecha, la lancha que supuestamente arrolló al joven en Cala Bona. / BIEL CAPÓ

Por su parte, investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil examinaron con detenimiento el GPS del yate. El objetivo era averiguar si dicha embarcación se encontraba en el Puerto de Cala Bona en el preciso instante en el que ocurrió el accidente mortal de Guillem Comamala, después de ser arrollado por este lujoso navío de gran tamaño. Los tripulantes podrían haber incurrido en un delito de homicidio imprudente, si se confirma que superaron con creces la velocidad máxima permitida en la zona portuaria. También podrían ser acusados de omisión del deber de socorro por darse a la fuga sin atender a las víctimas.

Pesca de calamares

El trágico accidente marítimo se produjo sobre las 21.45 horas del viernes en el muelle de Cala Bona. Al parecer, el joven fallecido estaba en un pequeño bote en compañía de dos amigos para pescar calamares. En un momento dado, el yate de gran eslora pasó a gran velocidad por encima de la pequeña embarcación. En la barca había tres jóvenes ocupantes, pero la peor parte se la llevó Guillem Comamala. Los otros dos sufrieron heridas leves. La motora, por su parte, prosiguió su marcha sin detenerse.

El fatal accidente hizo que se movilizara la Guardia Civil. El Servicio Marítimo se encargó de tratar de localizar el yate que había arrollado mortalmente al joven. Esta embarcación fue encontrada amarrada en la mañana de este sábado en el muelle de Porto Cristo.

El llamativo color negro de este yate Riva 66 Ribelle de más de veinte metros de eslora facilitó su pronta localización en el muelle de Porto Cristo. A partir de este momento, los efectivos de la Guardia Civil se volcaron en escudriñar todos sus movimientos. Los expertos del instituto armado analizaron con detenimiento el GPS en aras de acreditar fehacientemente que el navío estaba en Cala Bona en el momento del accidente.

«Estaban muy borrachos»

Se da la circunstancia de que un testigo en otro navegante alemán en un barco se topó en el mar con el yate supuesto causante del siniestro en Cala Agulla momentos antes de que tuviera lugar el siniestro en Cala Bona. De acuerdo con la versión de esta persona, «iban navegando a mucha velocidad y todos estaban muy borrachos», apuntó el testigo tras un encontronazo con ellos. 

La muerte de Guillem Comamala, un destacado jugador de voleibol mallorquín, ha puesto de luto a toda la comunidad mallorquina de aficionados a este deporte. El Ayuntamiento de Son Servera ha convocado una concentración para el domingo a las 11.00 en el muelle de Cala Bona con un minuto de silencio para expresar sus condolencias a familias y allegados de la víctima.

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