Tribulanes

Condenados tres miembros de una banda de ladrones rusos por desvalijar siete viviendas en Mallorca

Los acusados aceptan penas de entre 2 y 3,5 años por delitos de robo con fuerza continuado

Los tres condenados, hoy durante la vista celebrada en la Audiencia de Palma.

Los tres condenados, hoy durante la vista celebrada en la Audiencia de Palma. / M.O.I.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Tres miembros de una banda de ladrones rusos han sido condenados hoy por desvalijar siete viviendas en Mallorca. Los acusados, que han aceptado penas de entre 2 y 3,5 años de prisión, utilizaban un novedoso sistema para forzar las cerraduras de los inmuebles sin dejar rastro, una técnica conocida como 'impresioning'. En la vista celebrada en la Audiencia de Palma, todos han admitido su implicación en la oleada de robos, cometidos en Palma y el Port d'Alcúdia en pocos meses y que les reportaron un importante botín.

Los procesados, a través de sus abogados, han alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que reclamaba inicialmente seis años de prisión para cada uno de ellos. El tribunal ha dictado sentencia en el acto y ha decretado la puesta en libertad de uno de los encausados, que llevaba ya más de un año en prisión preventiva. Los otros dos seguirán entre rejas y serán expulsados a Rusia el próximo mes de septiembre.

Los delincuentes actuaron en la isla entre febrero y marzo de 2022 junto a otras personas que no han podido ser identificadas. Según la investigación policial, vinieron a Mallorca con el único objetivo de cometer la oleada de robos. Los agentes comprobaron que para entrar en las viviendas colocaban dos placas metálicas en la cerradura y luego introducían una llave maestra para conseguir una copia exacta de la llave original y abrir así la puerta.

Los acusados se adueñaron en estos siete domicilios de dinero en efectivo, relojes, anillos collares, diamantes, ordenadores, entre otros efectos. El Grupo de Robos de la Policía Nacional logró detener a los acusados a mediados de marzo y desde entonces permanecían en prisión provisional.

De acuerdo la investigación, los tres acusados formaban parte de una gran organización de ladrones, cuyos miembros se desplazaban a Mallorca periódicamente en grupos de dos o tres personas para cometer este tipo de robos. Pasaban en la isla unas semanas y luego se marchaban para evitar ser capturados.