Todos los ladrones macedonios detectados en Palma son del mismo grupo criminal

A lo largo del último año Palma ha registrado varias oleadas de robos en domicilios perpetrados por grupos de ladrones profesionales procedentes de Macedonia del Norte, capaces de abrir casi cualquier cerradura. Durante este tiempo la Policía Nacional ha arrestado a tres de estas bandas que, según los investigadores, pertenecen a la misma organización criminal. Todos los detenidos proceden de la misma ciudad, Prilep, y algunos admitieron tener relaciones de parentesco. Los grupos se mueven por toda España. Apenas permanecen dos o tres semanas en la misma ciudad. Comenten los robos y se marchan. Hasta ahora la Policía ha detectado su presencia, además de en Palma, en Valladolid, Zaragoza y Alicante.

Estos ladrones son capaces de abrir casi cualquier cerradura mediante dos técnicas. Con el «pico de loro», rompen el bombín de las cerraduras más convencionales. Mediante el sistema del «impresioning» abren las puertas consideradas hasta ahora más seguras. En este segundo caso apenas causan daños ni señales de forzamiento. Tras desvalijar el piso dejan la puerta cerrada de nuevo y es posible que el propietario tarde en darse cuenta de que alguien ha entrado en su casa.

La técnica del «impresioning» fue detectada por primera vez por la Policía de Palma en diciembre de 2021. En este caso los responsables eran una banda de rusos, también itinerantes, que fueron detenidos en marzo de 2022 tras perpetrar una treintena de robos en domicilios de la ciudad.

En mayo del año pasado fue detectado por primera vez en Palma uno de estos grupos de macedonios. Cuatro hombres, camuflados entre el aluvión de turistas, se instalaron en un piso de Andratx. Durante los meses siguientes habrían perpetrado unos cuarenta robos en domicilios mediante las técnicas del «pico de loro» e «impresioning». Escogían viviendas de nivel relativamente alto en el centro y el Ensanche de Palma, de donde se llevaban dinero y joyas. Los agentes del Grupo de Robos de la Policía Nacional les arrestaron en agosto. En el juicio, celebrado recientemente, se les consideró autores de trece robos. Tres de ellos fueron condenados a seis años de prisión y el cuarto a dos años y siete meses.

El pasado mes de marzo fueron detenidos en Alicante otros tres ladrones macedonios. La llamada a la Policía de una vecina, que les vio en el interior de la finca mientras trataban de comprobar discretamente qué viviendas estaban vacías, permitió capturarles in fraganti. Tras ser arrestados se comprobó que anteriormente habían estado en Palma, donde habían desvalijado al menos siete pisos, con un botín cercano a los 400.000 euros.

Por último, la semana pasada los agentes del Grupo de Robos arrestaron a otros tres macedonios, que durante el último mes habían cometido otros siete robos en domicilios de las barriadas de Santa Catalina y Bons Aires. Anteriormente habían estado en Zaragoza, donde desvalijaron otros cinco pisos, y tenían ya billetes para marcharse a Sevilla.

Los investigadores de la Policía han confirmado que todos los detenidos proceden de la misma ciudad, Prilep, en Macedonia del Norte, y tienen nexos en común. Los agentes sospechan que forman parte de una organización criminal, formada por unos quince miembros, que se dividen en células de tres personas, que se distribuyen en diferentes ciudades, donde apenas permanecen dos o tres semanas. Comenten una oleada de robos y se marchan para evitar ser localizados.

Ladrones profesionales Capaces de abrir casi cualquier puerta

Son todos hombres jóvenes, de entre 25 y 40 años, que se han comportado con total corrección cuando fueron detenidos. Auténticos profesionales. Nunca emplean la violencia. De hecho, cuando fueron sorprendidos en pleno robo, se limitaron a escapar. En los registros realizados por la Policía no aparecieron armas, solo las herramientas que utilizan para forzar las puertas. Son capaces de abrir prácticamente cualquier cerradura, pero hasta ahora han descartado las casas más lujosas, que suelen contar con alarmas y otras medidas de seguridad. Por eso actúan en barrios como Bons Aires o Son Rapinya. Con el sistema del «pico de loro» rompen el bombín, pero con el «impresioning» hacen sobre la marcha un duplicado de la llave, con el que no dañan la cerradura y es difícil saber si ha sido forzada. Si se encuentran con un vecino en la escalera, simplemente comentan que van a visitar a un amigo.

Suscríbete para seguir leyendo