Robos con fuerza

Los ladrones más especializados de Mallorca

La Guardia Civil ha detenidos a dos delincuentes por una decena de robos en empresas y domicilios, que empleaban sofisticadas herramientas

Sucesos en Mallorca | Detenidos dos delincuentes por una decena de robos con sofisticadas herramientas

B. Ramon / Guardia Civil

Xavier Peris

Xavier Peris

Lanzas térmicas, inhibidores de frecuencia, clonadores de mandos de puertas, llaves maestras, pinchos para perforar las ruedas de coches en caso de persecución... Los dos delincuentes detenidos por la Guardia Civil en la operación Lanzeroski contaban con las herramientas más sofisticadas utilizadas en el mundo del hampa. Uno de ellos trabajaba para una empresa de mantenimiento y reformas, lo que le permitía tener acceso y seleccionar los objetivos. Los investigadores les imputan cinco robos y sospechan que estarían involucrados en otros cinco, donde habrían conseguido un botín de unos 70.000 euros en los últimos dos años.

La detención de los sospechosos, dos mallorquines de unos treinta años, es fruto de una larga investigación de los agentes del Grupo de Delitos contra el Patrimonio de la Policía Judicial y del Área de Investigación de la Guardia Civil del Pont d'Inca.

La investigación comenzó en enero de 2021, tras un robo en un supermercado de Muro, donde los delincuentes, tras desactivar la alarma y forzar la caja fuerte con una lanza térmica, se llevaron 10.000 euros. Los ladrones permanecieron un largo tiempo sin actuar, hasta septiembre de 2022. En aquella ocasión presuntamente sustrajeron un vehículo en el polígono industrial de Son Oms, en Palma, con el que se desplazaron a la urbanización Bahía Grande de Llucmajor. Allí trataron de arrancar un cajero automático para llevárselo, pero no lo lograron. En enero de este año volvieron a actuar, en este caso en un comercio del puerto de Palma. Aquí forzaron una ventana, reventaron la caja fuerte con una lanza térmica y se llevaron unos 15.000 euros.

Tras meses de pesquisas, los guardias civiles consiguieron ubicar a los dos sospechosos. Se trataba de dos mallorquines de unos treinta años. Uno de ellos trabajaba en una empresa de mantenimiento y reformas, y utilizaba este empleo para localizar posibles objetivos.

El miércoles de la semana pasada se puso en marcha la fase final de la operación Lanzeroski. Agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) irrumpieron de forma simultánea a primera hora de la mañana en los domicilios de los dos sospechosos, en Palma y Llucmajor, que fueron reducidos sin oponer resistencia. En los registros en las viviendas y en un trastero los investigadores encontraron todo un arsenal de herramientas, las más sofisticadas que se han visto en Mallorca para cometer estos delitos. Desde inhibidores de frecuencia, que les permiten bloquear la llamada de la alarma a la central, a clonadores de mandos para la apertura de puertas de garajes, llaves maestras para sustraer vehículos sin forzarlos, cámaras espía (una camuflada en un botón) para grabar los objetivos y micrófonos camuflados para escuchar sus conversaciones. También contaban con lanzas térmicas para forzar las cajas fuertes y gatos hidraúlicos para abrir butrones en las paredes, e incluso unos pinchos artesanales para destrozar las ruedas de los vehículos que les pudieran perseguir. Los agentes sospechan que una buena parte del botín lo habían invertido en la adquisición de todas estas sofisticadas herramientas.

Los delincuentes llevaban una vida discreta, sin hacer alarde del dinero que obtenían, y dejaban pasar varios meses entre robo y robo, lo que ha dificultado enormemente su seguimiento. La investigación sigue abierta y no se descarta que se les imputen otros delitos.