Robos con fuerza

Detenidos por una docena de robos en cajas fuertes y cajeros automáticos

Dos socios de una empresa de reformas utilizaban sofisticadas herramientas para desvalijar domicilios y sustraer vehículos

Agentes de la Guardia Civil, durante un control en una carretera de Mallorca.

Agentes de la Guardia Civil, durante un control en una carretera de Mallorca. / Guardia Civil

Xavier Peris

Xavier Peris

De día trabajaban en una empresa de reformas, pero de noche se dedicaban a un «negocio» más lucrativo. La Guardia Civil arrestó la semana pasada a dos hombres que presuntamente perpetraron una docena de robos en domicilios y empresas, donde desvalijaban las cajas fuertes con sofisticadas herramientas, y que habrían reventado dos cajeros automáticos en la isla. Los investigadores les han intervenido diversos aparatos que utilizaban para cometer los delitos, como sopletes, lanzas térmicas y un clonador de mandos de coches.

Su último «golpe» fue en la madrugada del pasado miércoles, cuando trataron de reventar un cajero automático de la urbanización sa Torre, en Llucmajor. Los hombres presuntamente se dirigieron allí con un vehículo que acababan de sustraer. Atacaron la estructura del cajero con lanzas térmicas para tratar de desencajarlo y cargar la caja con el dinero en el coche, pero fueron descubiertos antes de terminar el trabajo y se dieron a la fuga.

La Guardia Civil les iba detrás desde hacía meses, cuando habían detectado las actividades de una banda que se dedicaba a sustraer el dinero y los efectos de valor del interior de cajas fuertes en domicilios y empresas de distintas partes de la isla. El golpe fallido en el cajero de sa Torre aportó a los investigadores los indicios finales que les permitió localizar a los sospechosos, que fueron detenidos en las horas siguientes en sus domicilios. Uno de ellos residía precisamente en la urbanización de sa Torre.

Tras ser detenidos, los agentes de la Guardia Civil han logrado reconstruir la actividad delictiva de los dos sospechosos. Ambos eran socios de una empresa de reformas, lo que les permitía conocer el interior de algunos de los domicilios donde posteriormente cometieron los robos.

Tenían sobrados conocimientos de albañilería y electrónica, así como modernas herramientas, que utilizaban para anular las alarmas de las casas y extraer o forzar las cajas fuertes. Empleaban sopletes y lanzas térmicas, con las que conseguían cortar las planchas de metal como si fueran mantequilla.

Durante los últimos meses habrían cometido una decena de robos en cajas fuertes de domicilios y empresas. También habrían reventado un cajero automático, además de intentarlo con el de sa Torre. En total consiguieron un botín muy cuantioso.

Tras detener a los dos sospechosos los agentes llevaron a cabo distintos registros en sus domicilios y en la sede de la empresa de reformas, donde se incautaron de una gran cantidad de herramientas que presuntamente utilizaron para cometer los delitos. También encontraron 6.000 euros en efectivo.

Los investigadores descubrieron que tenían un sofisticado aparato que les permitía clonar mandos de vehículos. Esperaban junto al coche que pretendían sustraer y cuando su propietario lo abría, copiaban el mando, lo que les permitía llevárselo cuando quisieran, sin tener que forzarlo.

Los agentes les imputan al menos una docena de robos, tanto en cajas fuertes de domicilios y empresas como en cajeros automáticos.

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