Rescates extremos en la Serra

Bombers de Mallorca entrenan junto al refugio de montaña de Tossals Verds algunas de las técnicas más difíciles de salvamento para atender con éxito los requerimientos de excursionistas en apuros. El número de servicios a las víctimas que piden socorro se multiplica cada año

Redacción

Los excursionistas que recorren la Serra multiplican su número año tras año y todos se muestran ávidos de explorar nuevas rutas. En muchos casos, muchas de las víctimas las tratan de afrontar, pese a que se encuentren muy por encima de su preparación física y técnica. Paralelamente, Bombers de Mallorca tienen que actualizar su preparación de cara al rescate de las víctimas en situaciones de peligro. Desde el inicio de año y hasta el pasado 26 de marzo, este grupo especializado ha participado en 71 rescates. Esta cifra supone 21 actuaciones más que el año pasado por estas fechas. De mantenerse esta tendencia, en 2023 se pulverizarán los récord de salvamentos en la montaña mallorquina.

Los Grupos de Montaña de Bombers de Mallorca se reparten entre los parques de Sóller e Inca y está formado por 40 efectivos. En el primero hay ocho cabos y 16 bomberos y esta misma cifra, 16, consta en el segundo. Las actuaciones de rescate siempre se hacen en estrecha colaboración con el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, donde suelen contar con el apoyo del helicóptero del instituto armado. Otro tanto ocurre con las asistencias sanitarias del IB-Salut. A estas se les da un preaviso para que recojan al herido en ambulancia después de un porteo en camilla por la Serra de Tramuntana.

Durante este semana, el pasado martes, los Grupos de Rescate en Montaña de Bombers de Mallorca realizaron varios ejercicios de entrenamiento conjunto junto al refugio de Tossals Verds, en el término municipal de Escorca. Se trataba de cinco ejercicios específicos para tratar de hacer frente a estas contingencias en la Serra. Efectivos de los Grupos de Montaña de los parques de Inca y Sóller tomaron parte en dichas simulaciones de accidentes. En muchos de los casos, estos entrenamientos requieren un sofisticado nivel técnico para llevarlo a cabo con buen resultado. Para que la simulación fuera óptima, un maniquí hace las veces de un excursionista en apuros.

Uno de los supuestos que se abordó fue el rescate de una víctima con camilla y bípode. Este aparato aporta la estabilidad necesaria en sitios escarpados y de difícil acceso por sí solo. De hecho, no requiere la intervención de los bomberos más allá de su colocación. Este sistema permite la colocación directa de la camilla sin que haya necesidad de moverlo.

Otro de los ejercicios que se entrenó en la jornada del martes, junto al refugio de Tossals Verds, fue el transporte de una víctima con la camilla Kong Lecco. Su utilización se ha hecho muy común para el porteo de excursionistas heridos con graves problemas de movilidad. En este caso, la atención se centra en todo momento en el bienestar de la víctima. El trabajo de porteo de un excursionista herido se puede prolongar durante varias horas a pie por la montaña hasta que pueda ser evacuado en una ambulancia o en helicóptero hasta un centro sanitario. Por este motivo la preocupación por la comodidad del afectado es una constante en estas actuaciones. De hecho son de las más cotidianas que realizan en los salvamentos en la Serra. En este caso el ‘herido’ era un maniquí y desde el primer momento se planteó en el ejercicio cómo acometer su trasladado preservando al máximo su integridad.

En la clase magistral para los 40 efectivos de los Grupos de Montaña de Bombers de Montaña se abordaron las situaciones más complejas para salvar a un excursionista en apuros. En este sentido, durante las pruebas se instó a los bomberos a familiarizarse con las cañas de escalada, que permite alcanzar a distancia los mosquetones más alejados. Una aplicación práctica de este sofisticado elemento de escalada en las tareas de salvamento consiste en elevar a un herido por una pared rocosa escarpada.

La hipótesis planteada para acometer este laborioso salvamento era de una complejidad máxima. En concreto se trataba de recrear la situación de que un escalador sufre una caída en un lugar de muy difícil acceso que le provoca la fractura de un tobillo. Ante esta circunstancia, se trató de recrear una simulación en una vía. Para llegar al lugar donde se encontraba la víctima, se efectuó un abordaje por encima de la pared con la denominada camilla Nest, por su similitud con los nidos de las aves.

El primer paso, y el más importante, es la inmovilización de la víctima y su correcta colocación en esta camilla, concebida específicamente para los ascensos y descensos en vertical de excursionistas heridos. A cada uno de los bomberos intervinientes se le asigna previamente una determinada misión hasta llevar a cabo nueve roles diferentes. De tal manera que el óptimo resultado de este complejo salvamento es la coordinación de todos los integrantes. Por este motivo este sofisticado ejercicio de rescate y escalada es la prueba más fehaciente de la correcta sincronización de todos los bomberos actuantes n este delicado rescate en una pared.

Por último, el entrenamiento especializados para los expertos en montaña de Bombers de Mallorca se completa con algunas pautas básicas de atención sanitaria ante los problemas más comunes de los excursionistas en apuros en la Serra de Tramuntana. Como la hipotermia, el golpe de calor y el denominado síndrome del arnés. Este último se produce cuando una persona queda suspendida largo tiempo y las cuerdas hacen de torniquete e impiden que la sangre llegue al resto del cuerpo. Es especialmente arriesgado si la víctima se encuentra inconsciente. Expertos del SAMU 061 se encargaron de impartir la clase magistral a los bomberos.

Pionero en los rescates de montaña

Uno de los participantes en este sofisticado entrenamiento en Tossals Verds, Miguel Ángel Franco, también fue uno de los pioneros en el Grupo de Montaña de Bombers de Mallorca hace 23 años. Conoce de primera mano la abismal diferencia entre el rescate primigenio y las sofisticadas técnicas actuales. «En los inicios éramos entre ocho y doce bomberos frente a los 40 de ahora. He llegado a hacer tres rescates en 24 horas. En los últimos diez años todo ha mejorado mucho y ha dado un giro de 180 grados tanto en lo personal como en lo material», subraya.

«Antes había veces que solo estaba uno de guardia, que tenía que ir solo a los rescates. Como no existía Whatsapp ni comunicación, no sabías dónde estaba la persona que había pedido auxilio. Si la cosa se complicaba, se podía tardar hasta un día en encontrarla». En parajes como el Torrent de Pareis, la dificultad se multiplicaba. «Había que hacerlo entero para encontrar a la víctima. Ahora con la aplicación Orux, la encontramos con mucha precisión», destaca.

En los últimos años, el aumento vertiginoso de excursionistas en la Serra de Tramuntana ha hecho que el número de actuaciones de salvamento de Bombers de Mallorca se multiplique exponencialmente. Así, en el primer trimestre de 2023, ya se supera en 21 los rescatados en 2022, con 71 frente al medico centenar registrados el año pasado. Durante todo ese año pasado, el Grupo de Rescate en Montaña de Bombers de Mallorca fue movilizado para actuar en 320 servicios. Esto suponía, a su vez, un aumento en un 40% a las intervenciones de este tipo contabilizadas en 2021. Este incremento era mucho más acusado que en otras ocasiones porque en este último año todavía había restricciones de movilidad con motivo de la pandemia de la covid-19.

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