Caso Abierto - Diario de Mallorca

Caso Abierto - Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Drones contra el delito: Policía en el aire

En apenas un año de funcionamiento, los drones del servicio de medios aéreos de la policía se han convertido en una herramienta fundamental para determinados servicios: desde el control de orden público en aglomeraciones a la localización de plantaciones de marihuana, la identificación de fugitivos o el apoyo en las grandes operaciones contra organizaciones criminales

5

Drones contra el delito: Policía en el aire

Sus competencias van más allá de la vigilancia desde el aire. Con poco más de un año en pleno funcionamiento, el Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional, que integra a varios expertos en el manejo de drones, se ha convertido en una herramienta fundamental en la investigación de determinados delitos, así como en funciones de seguridad ciudadana o la búsqueda de desaparecidos. El equipo, dirigido por el subinspector Rafael Pedrosa y los agentes José María Arranz y Álvaro Busto, ha demostrado también su efectividad al inhibir una decena de artefactos voladores que traspasaron el perímetro de seguridad durante la visita de destacadas personalidades, como el presidente del Gobierno.

Los grupos de Estupefacientes de la Policía han descubierto la utilidad de la vigilancia con drones en la lucha contra el narcotráfico. En primer lugar para localizar plantaciones de marihuana a cielo abierto en zonas rurales. En el último año los agentes del Servicio de Medios Aéreos han participado con sus aparatos en una treintena de investigaciones de esta índole. «Aunque no todas salen», comenta el subinspector Pedrosa. Pero entre las que salieron destaca la que permitió intervenir más de 700 kilos de marihuana en una finca de Sant Jordi en noviembre de 2021, una de las mayores de los últimos años. Los drones del Servicio Aéreo dieron cobertura a los agentes cuando llevaron a cabo el registro. Fue el primer servicio de este tipo que llevaron a cabo en Balears, su bautismo de fuego. Después, a lo largo del último año, han participado en el desmantelamiento de una decena de plantaciones.

Y no solo buscan plantaciones en el campo. Los grandes cultivos indoor, en el interior de domicilios, requieren unos equipos de luz y ventilación que les delatan. Y los expertos en drones de la Policía han aprendido a detectarlos. Es lo que ocurrió el pasado septiembre. Los agentes del Grupo II de Estupefacientes iban tras la pista de un narco que presuntamente abastecía a distintos puntos de venta de droga. Averiguaron que se había ido fuera de Palma en un intento de eludir la presión policial. Sospechaban que estaba en el centro de Llucmajor, pero había que confirmar el lugar de la plantación, y la vigilancia en aquellas calles estrechas era complicada.

Los agentes del Servicio Aéreo se instalaron en plena plaza del Ayuntamiento, con coches camuflados y vestidos de paisano, e hicieron volar sus drones. La visión de los tejados permitió localizar los extractores de aire que habían instalado, lo que facilitó los trámites para conseguir la orden de registro. En el interior había una plantación con sofisticados sistemas de cultivo, y unas 150 plantas de marihuana. El presunto responsable fue detenido.

Los drones de la Policía han intervenido en otras investigaciones. El pasado mes de mayo, los agentes del Grupo de Búsqueda de Fugitivos les pidieron su colaboración para confirmar la localización de dos ciudadanos polacos que estaban buscados por la Interpol acusados de blanqueo de capitales, tráfico de drogas y organización criminal. Podían estar armados y estaban considerados peligrosos. Los investigadores les situaban en un chalé de la zona de El Toro, en Calvià, pero no les habían visto. Apenas salían de casa y adoptaban estrictas medidas de protección.

Los agentes han inhibido drones sospechosos que cruzaron el perímetro de dispositivos de seguridad

decoration

Fueron identificados desde el aire. Desde una altura de 120 metros, los drones son prácticamente invisibles, pero sus sofisticadas ópticas permitieron obtener fotos de los sospechosos cuando salían al jardín. Posteriormente, cuando los agentes de los grupos operativos irrumpieron en la casa, estos aparatos permanecieron vigilando desde el aire para evitar que nadie escapara.

Los drones han sido utilizados para confirmar pases de droga, como en un concierto en el recinto de Son Fuster, donde captaron las transacciones de venta de estupefacientes con absoluta claridad entre el gentío. Y han colaborado también en las últimas operaciones desarrolladas en el poblado de Son Banya. Desde el aire los objetivos quedan fijados, y las indicaciones de los técnicos permiten guiar los pasos de los agentes sobre el terreno.

En los últimos meses han intervenido también en inspecciones a petición de la Policía Científica, como en el incendio de una chabola en es Carnatge donde encontraron un cadáver carbonizado. El dron permite obtener imágenes desde una perspectiva más amplia. O realizar inspecciones oculares en zona de difícil acceso. También han participado en la búsqueda de varias personas desaparecidas, como una mujer que se precipitó al mar en los acantilados de Porto Cristo.

Los drones están colaborando también en funciones de seguridad ciudadana. En el control de aglomeraciones, como las fiestas multitudinarias, donde se pueden prevenir altercados o peleas. En estos casos los aparatos cuentan con destellantes y focos, que con su mera presencia pueden prevenir estos incidentes. Se han llegado a utilizar para disuadir a los grupos de trileros en s’Arenal. Los drones sobrevuelan el lugar donde están jugando. De repente descienden sobre ellos y a través de megafonía la Policía les conmina a que se marchen de inmediato. Los trileros desaparecen como por ensalmo. Los usos de los drones en este ámbito son muy amplios. Se están utilizando para controlar los partidos del Mallorca, carreras populares o manifestaciones.

Pero los agentes del Servicio de Medios Aéreos no solo se encargan de volar sus drones, sino también de controlar los de los demás. Este trabajo es especialmente importante en los dispositivos de seguridad de determinadas personaliades o eventos. Se trata de evitar que un dron sea utilizado para cometer un delito grave, como un atentado. Los agentes de Palma formaron parte del gran operativo de seguridad llevado a cabo en Madrid durante la cumbre de la OTAN el pasado mes de junio. Y en los últimos meses han participado en la protección de destacadas personalidades de visita en Mallorca, como el Rey o el presidente del Gobierno. Para ello cuentan con dispositivos de inhibición, que les permite tomar el control a distancia de los aparatos sin identificar que traspasan el perímetro de seguridad establecido. En total han sido inhibidos una decena de drones en esta situación, y sus responsables han sido sancionados. En la mayoría de los casos se trataba de turistas extranjeros que desconocían que hacían algo prohibido. «Hay que recordar que las multas por no comunicar un vuelo o realizarlo sin medidas de seguridad pueden ir desde los 600 a los 250.000 euros», comenta Rafael Pedrosa.

Compartir el artículo

stats