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Agentes de la Guardia Civil viajarán camuflados en vuelos conflictivos

Presentan en Palma la nueva unidad nacional de escoltas de seguridad en navegación aérea - El grupo lo forman agentes de élite que son capaces de estabilizar un avión y realizar el aterrizaje en caso del secuestro de la nave

Reunión de seguridad en Palma J.F.M.

La Guardia Civil ha creado una unidad de élite, compuesta por un grupo de agentes que viajarán a bordo de los aviones, en los llamados «vuelos calientes», que se encargarán de la seguridad a bordo.

Esta unidad de escoltas de seguridad en vuelos, presentada ayer en Palma, ya existe en otros países, pero es una novedad en España. Para formar parte de este grupo la Guardia Civil ha realizado una exigente selección. Los agentes, que siempre viajarán en pareja, son expertos en defensa personal y se les exige conocimientos en técnicas operativas de intervención. También han de demostrar sólidos conocimientos del medio aeronáutico, han de ser capaces de analizar el comportamiento de los viajeros, han de conocer las técnicas de negociación, de primeros auxilios y han de demostrar un buen nivel de inglés. En el caso hipotético de que en uno de estos vuelos los dos pilotos estuvieran incapacitados para llevar los mandos, estos agentes están capacitados para estabilizar el avión y para aterrizarlo en la pista. 

Aunque esta unidad no estará centralizada en Mallorca, su presentación se realizó ayer en Palma. Se presentó coincidiendo con la reunión del Comité Internacional de Agentes de Seguridad en Vuelo, que empezó ayer y que se desarrollará hasta el próximo jueves. Acuden a este encuentro internacional expertos en seguridad aérea de Alemania, Australia, Austria, Holanda, India, Israel, República Checa, Rumanía, Singapur, Suiza, Vietnam y España.

Estos expertos profundizarán sobre cuestiones relacionadas con inteligencia, interoperabilidad, detección de conductas anómalas y tratamiento de pasajeros conflictivos. 

La presentación de esta unidad de élite, que estará centralizada en Madrid, corrió a cargo del director adjunto operativo de la Guardia Civil, el teniente general Pablo Salas. También estuvo presente en el acto la delegada del Gobierno, Aina Calvo, junto al coronel jefe de la Comandancia de Balears, Alejandro Hernández.

Los agentes elegidos han tenido que superar exigentes pruebas tácticas. Guardia Civil

La Guardia Civil impulsó la creación de esta unidad a raíz de la pasada cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid. Por primera vez agentes del orden españoles desplegaron su capacidad policial en aeronaves. 

En la presentación se confirmó que estos agentes camuflados viajarán mezclados entre el pasaje, irán armados, y actuarán tanto en vuelos domésticos, como en trayectos internacionales. Los vuelos se elegirán en función de una serie de parámetros que maneja el servicio de Información de la Guardia Civil. Así se determina cuáles son los llamados «vuelos calientes» en los que viajan estos agentes. 

Estos guardia civiles actuarán únicamente en los casos donde se ponga en peligro la seguridad del pasaje. En los incidentes leves no intervendrán. Un ejemplo sería cuando un pasajero intente abrir una de las puertas, o atente contra los pilotos del avión. Ante estas hipotéticas situaciones de peligro los agentes actuarían para reducir al agresor y si fuera necesario se podrían hacer cargo del pilotaje del avión. Lógicamente, la Guardia Civil no avisa nunca, ni siquiera a las compañía aérea, del vuelo en el que los agentes se hacen pasar por pasajeros. 

En la presentación de ayer el teniente general Pablo Salas destacó el exigente proceso de formación que ha realizado la Guardia Civil para poder crear esta unidad de seguridad. Destacó las pruebas que se han realizado, sin ningún tipo de incidente, en vuelos con trayectos europeos y con Norteamérica. El responsable operativo incidió en que el propósito es convertir esta unidad de élite en un referente internacional.

El presidente de la unidad de escoltas de seguridad hizo referencia en su presentación a las amenazas emergentes que sufre el transporte aéreo. Por esta razón las fuerzas de seguridad han de estar permanentemente en vigilancia ante la posibilidad de que un grupo de terroristas pueda secuestrar un avión y provocar un atentado. De allí que nunca se puede bajar la guardia.

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