La Fiesta de la Policía Nacional siempre es una buena excusa para reencontrarte con viejos amigos, y la celebración del pasado martes permitió calibrar el excelente cartel de investigadores jubilados del cuerpo. Empezando por dos antiguos jefes superiores, Gonzalo Espino y Bartolomé Campaner, que acudieron de riguroso uniforme (aunque Espino tuvo que tirar de piezas prestadas para completarlo). En el espacio reservado a los ases retirados se encontraba Manuel Martín Cuervo, recordado jefe de Homicidios en los años noventa, que estuvo acompañado por uno de sus pilares de aquel grupo, Juan José Serra. Y a su lado, Antoni Cerdà, Diego Cazalla, Rafael Cladera y Tomás Gómez, este último presidente de la asociación de policías jubilados. Un plantel de primera línea.
El jefe superior comenzó con una disculpa hacia jueces y fiscales, a los que omitió accidentalmente en su toma de posesión por un error informático. E hizo una mención muy especial a Juanan, un agente de Eivissa que sufrió una grave lesión en la rodilla durante una operación contra el tráfico de drogas y afronta una dura rehabilitación. Ha sido el único condecorado de Balears con una Cruz con distintivo rojo.
El fiscal jefe, Bartomeu Barceló, protagonizó una de las anécdotas cuando recogió la medalla otorgada al teniente fiscal, Julio Cano. Se giró con tanto ímpetu que la medalla cayó fuera de la caja. Se disponía a recogerla, pero el jefe superior, José Luis Santafé, se le anticipó.
Llegó el momento del himno de la Policía, un texto implantado hace pocos años y que solo conocen los más jóvenes, que lo aprenden en la academia. Para tratar de facilitar la cosa, la letra apareció impresa sobre una gran pantalla, a modo de karaoke, pero ni por esas. Muy poquitos se animaron a cantarlo.
Y esa mañana también celebraron la fiesta los policías nacionales de Manacor. Fue un evento más sencillo y familiar, pero no menos emotivo. El acto, en el claustro del convento de Sant Vicenç Ferrer, estuvo presidido por el jefe de la comisaría, Gustavo Cervero, y contó con la asistencia de representantes de la Guardia Civil, el Ayuntamiento y policías locales de la zona. Fueron condecorados tres veteranos policías: Miquel Roig, Alonso Huertas y José Miguel Bonnin, y la inspectora jefa Janka Jurkiewicz les dedicó unas bonitas palabras a cada uno de ellos.
El sospechoso correo acusatorio de la directora de la Guardia Civil
Durante los últimos tiempos se han prodigado los correos masivos de organizaciones de delincuentes informáticos que intentan infectar nuestros ordenadores con un virus troyano, para luego exigir una cantidad de dinero por liberarlo. Uno de estos correos lleva en la cabecera los anagramas de la Guardia Civil y la Policía Nacional, y está suscrito por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en persona, que nos advierte que estamos siendo investigados por consumir pornografía infantil. Aunque si uno lee la supuesta notificación no puede obviar el macarrónico lenguaje y el desquiciado relato. Si lo reciben, ni se les ocurra contestar.
Amor no correspondido en pleno juicio por robos
Un hombre y una mujer fueron juzgados esta semana por una oleada de robos cometida cuando eran pareja. Él compareció por videoconferencia y ella estaba en la sala. Al concluir la vista, el hombre le declaró su amor. «¡Te quiero, Chari!», gritó a través de la pantalla. La mujer ni se inmutó. «Chari no responde», apostilló la jueza. «Ni falta que hace», señaló el abogado de ella, que le ha denunciado por episodios de malos tratos.
Reconocimiento a Dakota por su olfato para detectar droga
Dakota, una de las perras del Servicio Cinológico de la Guardia Civil de Balears, y su guía han sido premiados con la medalla al Mérito Social Penitenciario por sus brillantes resultados en la detección de sustancias estupefacientes en la cárcel de Palma. Ambos recibieron una medalla durante la reciente fiesta de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias. ¡Enhorabuena!
