Los dos grupos que se enfrentaron el pasado domingo en el campo de fútbol de Porreres han ofrecido versiones opuestas sobre lo ocurrido.

"Increparon a unas niñas y Sebastià Mora -jefe de la Policía Local de Porreres- fue a decirles que las dejaran. Sin mediar palabra se pusieron a pegarle. Al cabo de media hora, volvieron con piedras y palos y empezaron a pegarnos indiscriminadamente", explicó ayer a IB3 el presidente de la Unió Esportiva Porreres, Guillem Ballester.

Uno de los chicos implicados, por su parte, aseguró: "Me agredieron y me defendí. Tuve que utilizar la fuerza, lamentablemente, y sufrí una fractura. Cuando volvimos a la fiesta queríamos arreglar el tema, pero al final se volvió a liar. En ningún momento comenzamos", dijo.

La hermana de uno de los detenidos aseguró a la televisión autonómica que hubo "actos y agresiones racistas".