La Policía Local de Palma ha imputado a dos conductores que dieron positivo en los controles de alcoholemia a los que fueron sometidos tras provocar dos graves accidentes de tráfico en distintos puntos de la ciudad.

El primero de los siniestros se produjo el pasado día 6 a la doce menos veinte de la noche en la calle Manacor. Un turismo se estrelló contra un vehículo que estaba aparcado y desocupado, ocupando un carril de circulación. El conductor, un hombre de 35 años, dio un resultado de 0,48 en la prueba de alcoholemia. La investigación de la Policía Local determinó que circulaba a una velocidad muy superior a la permitida, ya que dejó una huella de frenada de casi once metros en el asfalto y desplazó al otro vehículo más de seis metros desde el punto del impacto. El conductor quedó como investigado en un delito contra la seguridad vial.

Unos días después, el pasado sábado, se produjo otro grave accidente en la calle Antich. En este caso, un turismo había golpeado contra un coche correctamente estacionado, que al desplazarse impactó contra el vehículo que estaba aparcado delante suyo. El conductor causante del accidente se dio a la fuga.

Cuando los agentes de la Policía Local llegaron al lugar localizaron los dos coches aparcados, que habían sufrido grandes desperfectos. Poco después fue localizado el presunto responsable, que había estacionado su coche a una cierta distancia del accidente. El conductor, un joven de 22 años, presentaba síntomas claros de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Dio positivo en el control de alcoholemia con una tasa de 1,07.

Una vez finalizadas las diligencias, los agentes determinaron que el accidente se debió a que el conductor circulaba bajo los efectos del alcohol. Circulaba en un tramo recto, pero su coche se desvió a la derecha e impactó contra los vehículos estacionados. El joven quedó también imputado por un delito contra la seguridad vial, y la Policía inmovilizó su coche.