Dos exempleados de una cadena de restaurantes, que fueron despedidos, han sido detenidos por sustraer dinero del negocio, que camuflaban manipulando los tickets de venta. Los detenidos son un hombre y una mujer, que fueron apartados de la empresa después de descubrirse el desfalco. Ahora tendrán que defenderse de los delitos de estafa y falsedad documental. El montante del desfalco supera los 40.000 euros, si bien esta cifra podría elevarse ya que todavía se está analizando documentación del negocio.

Según informaron fuentes policiales, ambos empleados se dedicaban supuestamente a manipular y modificar los tickets de caja una vez que los clientes habían abonado la cuenta de la comanda. Con esta manipulación lo que hacían era ocasionar un perjuicio a la empresa. Habrían cometido estas irregularidades desde el año 2019 al 2022, si bien las investigaciones que se están llevando a cabo apuntan a que se estaría desviando dinero desde el año 2017. Si esta sospecha se confirma el montante de la estafa puede llegar a alcanzar los 60.000 euros. Hasta ahora se les atribuye el desvió de 41.000 euros.

Fue la propia empresa la que descubrió la irregularidad económica. La propietaria del negocio realizó un cambio del sistema informático del cobro de las cajas registradoras de todos sus locales. A raíz de esta mejora informática se descubrió que algunos tickets se habían manipulado, de tal forma que algunos productos entregados, consumidos y abonados por los clientes, no aparecían como cobrados. Esta fue la primera sospecha de que se estaba produciendo una irregularidad económica.

Ante estas sospechas la propietaria empezó una investigación interna, recabando todos los tickets de los diferentes restaurantes. Así averiguó que en algunos locales se producían estas modificaciones de los cobro y en otros no.

Para investigar lo que estaba pasando la propietaria entregó todos los documentos de cobro a una empresa de dos economistas muy conocidos en Palma, que constataron que se estaban manipulando algunos tickets.

Al mismo tiempo, también estrechó el círculo de los restaurantes donde se estaban produciendo esta manipulación, haciendo un registro de los empleados que habían realizado su jornada laboral en los distintos locales donde se producían estas irregularidades. Gracias a ello las sospechas se centraron únicamente sobre dos empleados. La propietaria realizó una comprobación de los cobros de caja cuando ambos trabajadores estaban de vacaciones. No se produjo ninguna irregularidad, ni tampoco apareció ninguna rectificación de la factura.

La empresa procedió al despido disciplinario de los dos empleados, pero al mismo tiempo presentó una denuncia en la Jefatura Superior de Policía.

La investigación la asumió el grupo de Delincuencia Económica, que constató las irregularidades detectadas. Los agentes detuvieron a los dos empleados despedidos.

El caso sigue abierto, según señaló la Policía, por lo que no se descartan nuevas detenciones.