Una denuncia de una víctima de un fraude en la compra de un coche de segunda mano, interpuesta en 2019 en la Comisaría de la Policía Nacional de Manacor, puso sobre la pista de una ciberestafa de más de tres millones de euros. La investigación policial se saldó con nueve detenidos y 21 investigados. Los afectados se encuentran en España, Portugal, Alemania, Suiza, Polonia y Grecia.

El ‘modus operandi’ de estos ciberdelincuentes consistía en publicar en internet falsos anuncios de venta de vehículos de segunda mano. Sus ofertas lograban captar la atención de las víctimas. Tras concretar un precio y hacer un primer pago por la supuesta compra, el rastro del vendedor (y el dinero) desaparecían por completo. Para ser más convincentes, los ciberestafadores llegaban a clonar anuncios verdaderos y cambiaban los datos contacto.

Los ciberestafadores recibían el dinero en cuentas bancarias españolas abiertas con documentación falsa. También usurpaban identidades obtenidas en internet obtenidas con la supuesta finalidad de formalizar contratos de trabajo. Tras recibir el dinero, lo extraían rápidamente en cajeros automáticos y utilizaban una empresa pantalla para su blanqueo.

La cerca de treintena de sospechosos eran de nacionalidad rumana. Por este motivo, la investigación de la Policía Nacional iniciada en Manacor se realizó en colaboración con la Policía de Rumanía y con Europol.

Las pesquisas determinaron que la organización tenía una estructura jerárquica. Se les atribuyen más de 70 ciberestafas, cuyo montante habría superado los tres millones de euros. No obstante la cantidad podría ser muy superior. En los ocho registros domiciliarios les intervinieron relojes y joyas por valor de dos millones de euros y 20.000 euros en criptomonedas.