Un juez de Argentina obliga a un niño a que vuelva con su padre en Mallorca

Matías Martínez, el padre, es natural de Argentina y llegó a Mallorca junto a la que entonces era su pareja y madre del niño. La familia vivió los primeros años intentando buscar un nuevo futuro, sobre todo por el bien del niño. Sin embargo, la relación de la pareja fue empeorando poco a poco, hasta que hubo un día en el que ambos tuvieron que presentarse en el juzgado de violencia sobre la mujer. Se habían denunciado mutuamente, lo que demostraba que la relación había terminado.

Acordaron una separación de mutua acuerdo. El niño se quedaba a vivir con su madre, pero el padre disfrutaba de un amplio régimen de visitas. Además, ninguno de los dos podía llevarse al pequeño al extranjero, sin el consentimiento del otro progenitor.

Sin embargo, la madre no cumplió este acuerdo judicial. Un día cogió a su hijo y acogiéndose a un programa de retorno de extranjeros, financiado por el Gobierno, decidió volver a su casa. No dijo nada a Matías hasta que llegó a Argentina. Ni siquiera le llamó. Le envió un mensaje telefónico comunicándole su decisión de no volver más a la isla. Ese mensaje se convirtió en un mazazo para Matías, que se encontraba solo y sin saber qué hacer, aunque la esperanza de recuperar a su hijo, que era su principal preocupación.

Casualmente encontró a la abogada Catalina Vanrell, que de inmediato se volcó para ayudar a Matías. Junto a su compañera de despacho, Aina Tébar, se volcaron por ayudar a su cliente. El padre presentó una denuncia en la Guardia Civil, que llega al juzgado de instrucción número 8 de Palma. A la madre se la investiga por un delito de sustracción de menores y otro de desobediencia. El juzgado ordenó a Interpol que buscara a la mujer, y así lo hizo. La encontró en un domicilio de Argentina.

A partir de ese momento se inicia un complicado proceso judicial en Argentina. El padre seguía en Mallorca, con el único apoyo de sus dos abogados, pero quería que su hijo volviera con él.

Un juzgado de Mar del Plata inició el estudio del caso. Se tomó declaración a la madre y se hizo lo propio con el padre, que se comunicó por video conferencia. Matías pudo demostrar que el niño tenía su vida organizada en Mallorca. Aquí había crecido, estaba escolarizado y tenía a todos sus amigos.

El juez argentino aplicó el acuerdo de la Haya, que resuelve casos como el de este hombre que se ha visto privado de la relación con su hijo, porque su expareja decidió marcharse a otro país sin decirle nada. El magistrado tomó una decisión por el bien del niño y a pesar de que tanto su padre, como su madre, tenían la nacionalidad argentina, decidió que el pequeño debía regresar a España y así lo acordó.

El padre tuvo que viajar a Argentina en busca del pequeño. Se presentó en el domicilio de su expareja, pero allí no estaba ni ella, ni tampoco el niño. Matías no tuvo más remedio que acudir de nuevo a la Policía para denunciar esta situación.

Sin embargo, la madre recapacitó. Decidió que era mejor no empeorar más la situación y llevó al niño al juzgado, para entregárselo al padre.

Tanto Matías, como el niño, ya están en Mallorca. El pequeño empezará en septiembre el colegio y su padre luchará ahora por conseguir la custodia definitiva del niño, para evitar que su madre vuelva a llevárselo.

Las abogadas Catalina Vanrell y Aina Tébar están estudiando demandar al Estado, por haber permitido que la madre se marchara sin problemas de España con su niño, cuando existía una orden que le impedía llevarse al pequeño sin el consentimiento del padre.

Catalina Vanrell y Aina Tébar. | J.F.M.