Los vecinos de la barriada de Son Oliva, en Palma, viven atemorizados tras el tiroteo ocurrido la pasada noche en plena calle, que enfrentó a los integrantes de dos clanes gitanos, que llevan años peleados y que no es la primera vez que protagonizan un incidente de violencia.

Esta vez, sin embargo, el incidente fue grave, ya que hubo una ráfaga de disparos desde una vivienda okupada ilegalmente, dirigida contra un vehículo, en el que viajaban cinco personas de una misma familia. Los disparos alcanzaron ocho veces al vehículo. Sin embargo, al tratarse de un todoterreno, de la marca Porsche, la carrocería impidió que las balas penetraran en el interior del habitáculo. Por tanto, más allá del susto, no hubo que lamentar ningún herido de bala.

Esta histórica rivalidad entre familias gitanas la vienen protagonizando desde hace años el clan de los Pelúos contra el clan de los Sheriff. Sus integrantes se han prometido venganza por una serie de incidentes ocurridos hace años y que hace casi imposible una reconciliación.

El suceso del pasado miércoles se divide en varios episodios. Alrededor de las ocho de la tarde una niña del clan de los Sheriff se acercó a la barriada de Son Oliva, donde viven varios de los integrantes de la familia rival. Parece ser que la menor fue reconocida por otras dos integrantes de los Pelúos cuando estaba cerca de un supermercado ubicado en la calle Eusebio Estada. Hubo un cruce de insultos y de amenazas por parte de las dos familiares contra la menor, que se sintió atemorizada e intentó explicar que no sabía que en aquella zona de Palma vivían los integrantes del clan rival. Este enfrentamiento motivó la intervención policial y se le ofreció a la menor que presentara una denuncia por los insultos y amenazas recibidas. Sin embargo, la niña dijo a los agentes que, sin el consentimiento de su padre, no iba a presentar ninguna denuncia.

El autor de los tiros disparó desde este piso okupa. | LORENZO MARINA

Lo que sí hizo la menor fue avisar a su progenitor para que acudiera a la barriada de Son Oliva a buscarla, porque temía que volvieran a amenazarla porque se encontraba sola.

El padre cogió su coche y fue a recoger a su hija. No fue solo. Le acompañaba su esposa, su yerno y otros dos familiares. Según la versión de esta familia, cuando iban circulando por la calle Eusebio Estada, en busca de la niña, fueron reconocidos por los integrantes del otro clan rival. Algunos de ellos viven desde hace meses como okupas en un piso okupa, ubicado en la esquina de la calle Isaac Peral. Las hipótesis policiales señalan que desde el domicilio uno de sus moradores identificó a los ocupantes del vehículo y empezó a disparar contra ellos. Utilizó una pequeña arma, posiblemente del calibre 20, alcanzando al todoterreno hasta en ocho ocasiones. Por fortuna, todos los proyectiles rebotaron contra la carrocería del coche. Si hubieran alcanzado las lunas, es muy posible que alguno de los ocupantes del coche hubiera resultado herido.

Inicialmente también se investigó si los familiares del clan de Los Sheriff repelieron a tiros la agresión, pero parece que esta hipótesis se descartó. Al conductor se le realizó una prueba, que demostró que no tenía restos de pólvora en las manos, evidencia de que no había disparado ningún arma. El hombre que iba al volante, tras los disparos, lo que hizo fue acelerar y dirigirse hacia la comisaría para denunciar los hechos.

Tanto la Policía, como los propios vecinos de Son Oliva, se muestran muy preocupados ante la posibilidad de que se vuelva a repetir un incidente tan grave como el ocurrido en la noche del miércoles.

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