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SEMANA NEGRA

Comerciantes de s'Arenal, hartos del botellón

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Semana negra | Comerciantes de s'Arenal, hartos del botellón

«Nos sentimos abandonados por la Policía y el Ayuntamiento». Quien habla es un comerciante, dueño de un negocio en primera linea de s’Arenal, a la altura del Balneario 5, impotente ante el comportamiento incívico de los cientos de turistas alemanes que se congregan para hacer botellón en el murete de la playa. Poco antes había pasado uno de estos jóvenes que se acababa de comer una hamburguesa y no había tenido idea mejor que limpiarse las manos sucias de cátchup en una camiseta expuesta en el exterior de una de las tiendas. Cuando el propietario le ha llamado la atención tuvo el cuajo de responder: «Llama a la Policía si quieres, total no me van a decir nada». Y acertaba, según este comerciante. «Hemos llamado cuatro veces a la Policía Local y no han descolgado el teléfono». Cuando horas después aparecieron por la zona dos motoristas de la Policía Local había cientos de jóvenes haciendo botellón en el murete frente a la playa, una práctica prohibida. «No les han dicho nada», comenta. «Solo han sancionado a una chica que hacía masajes».

Los incidentes con estos jóvenes se repiten a diario, según los comerciantes. «Ayer entró uno de estos hooligans totalmente borracho en mi tienda y se metió en el probador. Cuando me acerqué a ver qué hacía, me contesta: «Toilet, toilet...». Ya se había bajado los pantalones y estaba a punto de mear en el suelo. Le tuve que echar de mala manera», contaba.

Los comerciantes explican que los jóvenes terminan muy perjudicados, algunos se quedan tirados en medio del paseo, y cuando se van dejan todo cubierto de botellas y desperdicios. Estas prácticas se repiten los jueves, viernes y sábado, que es cuando llegan los viajes de Alemania. «Sin embargo, la Policía solo viene por aquí los lunes y martes, cuando no hay nadie. Y lo saben perfectamente».  

Mientras tanto, los carteles que fueron instalados a bombo y platillo por el Ayuntamiento en la zona, en los que se informa de que está prohibido hacer botellón, están totalmente cubiertos por pegatinas que dejan los grupos de turistas, un recuerdo de su estancia en Mallorca.

Los erizos hace estragos entre los chicos en viaje de fin de curso

Miles de estudiantes de viaje de fin de curso abarrotaron el pasado fin de semana s’Arenal de Llucmajor. El sábado por la tarde muchos optaron por darse un baño en una zona de acantilados de Son Verí antes de la marcha nocturna. El chapuzón acabó mal para muchos de ellos por la presencia de erizos de mar. Cuatro voluntarios de Protección Civil que estaban vigilando la zona tuvieron que atender en pocas horas a 23 jóvenes que se clavaron las púas o sufrieron heridas al golpearse contra las rocas. Ninguno de ellos presentaba lesiones graves y solo necesitaron primeros auxilios y curas superficiales.

Voluntarios de Proteccion Civil asisten a chicos afectados por los erizos PROTECCIÓN CIVIL LLUCMAJOR

Vandalismo contra una placa en memoria de una turista fallecida

Hanna Małolepsza era una cicloturista polaca de 45 años que el 16 de febrero de 2018 sufrió un fallo cardiaco repentino cuando recorría la carretera de sa Calobra, en Escorca. Pese a la rápida actuación de una enfermera -también turista- y de los efectivos del 061, murió allí mismo. Sus allegados colocaron allí un tiempo después una placa en su memoria. Pero los gamberros no respetan nada y hace unas semanas la lápida desapareció. Un voluntario de Protección Civil la encontró el pasado martes, tirada en la cuneta a dos kilómetros del lugar donde estaba instalada. La recogió enseguida para volver a dejarla en su sitio.

En patinete con un bebé  en la mochila por Palma

Pese a los repetidos controles de la Policía Local de Palma, cada vez es más habitual ver a personas que llevan a sus hijos pequeños en un patinete eléctrico, algo terminantemente prohibido, pero algunos casos rizan el rizo. El pasado martes circulaba por el carril bici de la calle Balmes un hombre que llevaba en el vehículo a dos pequeños, uno delante y otro detrás. Y poco después pasó por el mismo lugar una mujer, también en patinete eléctrico, con un niño pequeño delante y un bebé de pocos meses en el interior de una mochila que llevaba en el pecho.

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