Agentes de la Guardia Civil de Tráfico han tomado declaración esta mañana como investigado por un presunto delito de homicidio imprudente al agente de la Policía Local de Palma que conducía el coche que el pasado 2 de junio atropelló a tres personas en una zona peatonal del Passeig Sagrera. La imputación de basaría en el hecho de que el coche patrulla circulaba a una velocidad muy alta para las condiciones de la vía, incluso en un caso de urgencia.

La Guardia Civil de Tráfico asumió la investigación dos días después del accidente, a requerimiento del juzgado que instruye la muerte de Mario Decandia, el ciudadano italiano de 36 años que falleció a consecuencia del atropello. Sus acompañantes, una mujer polaca de 35 años y un suizo de 25, sufrieron heridas graves.

Los agentes del Grupo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico han llevado la investigación con total hermetismo. En los primeros días realizaron una inspección ocular en el lugar del siniestro, tomaron declaración a testigos y revisaron las cámaras de seguridad. Las pruebas realizadas demostrarían que el coche patrulla circulaba a una velocidad muy elevada, pese a que la vía tiene una limitación de velocidad de 20 kilómetros por hora en un lugar con una numerosa presencia de peatones. Este sería el principal motivo que ha llevado a tomarle hoy por la mañana declaración al conductor en calidad de investigado.

El agente había sido citado y se ha personado esta mañana en las dependencias del Subsector de Tráfico, en la Comandancia de Palma, donde ha prestado declaración.