Un incendio en la coladuría de una vivienda del barrio palmesano de Nou Llevant obligó ayer a desalojar a una veintena de vecinos. Un policía local en prácticas, residente en uno de los pisos inferiores, evacuó a una madre y a su hijo que vivían en un inmueble de la séptima planta. Por fortuna no hubo que lamentar heridos.

El siniestro ocurrió sobre las cuatro de la tarde en un inmueble situado en el número diez de la calle Caracas. De repente las llamas procedentes de la coladuría de un domicilio de la séptima planta ha desatado la alarma en el vecindario.

El agente de la Policía Local en prácticas ha evacuado a la madre y a su hijo del inmueble afectado. Tras avisar a los servicios de emergencia, un dispositivo especial se ha activado. Agentes de la Unitat d’Intervenció Immediata (UII) y otros agentes del Cuerpo han acudido al lugar. También se movilizaron efectivos de la Policía Nacional.

Bombers de Palma, por su parte, movilizaron una autoescalera, una autobomba y un vehículo de mando. En total se desplazaron un sargento, un cabo, siete bomberos y dos conductores.

Por fortuna el incendio en el domicilio de la séptima planta ha quedado circunscrito a la coladuría. Por este motivo las labores de extinción fueron más llevaderas que en otras ocasiones.

El interior del inmueble no resultó afectado por las llamas ni tan siquiera por el humo. Por este motivo la evacuación de los residentes aledaños, tanto superiores como inferiores al siniestrado, no planteó el menor riesgo de intoxicación. Era lo que se denomina un incendio limpio.

Colillas de los pisos de arriba

Mientras tanto, los efectivos policiales mantuvieron a los vecinos desalojados en una zona ajardinada, en la confluencia de las calles Caracas y Puerto Rico, Los bomberos extinguieron el fuego una hora después. A partir de las cinco de la tarde pudieron volver a sus respectivos domicilios.

Unas colillas arrojadas por los residentes de los pisos superiores a la coladuría del domicilio de la séptima planta apuntó como posible causa del incendio.