Un hombre de 39 años, de nacionalidad española, se comportó de un modo extremadamente violento con una prostituta a la que había contratado para pasar la noche con él en su domicilio de Palma. Además de secuestrarla y no dejarle salir, la golpeó y le amenazó con expulsarla del país, al tratarse de una inmigrante colombiana. Agentes de la Policía Nacional detuvieron al individuo por los presuntos delitos de detención ilegal, lesiones y amenazas.

La investigación se inició después de que agentes del Grupo I de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedad (UCRIF) de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional detectaron que una prostituta había sido contratada por un individuo para pasar la noche con él después de mantener relaciones sexuales.

A l a mañana siguiente, el comportamiento de este sujeto se tornó muy violento contra ella. En primera instancia, el hombre profirió toda suerte de insultos contra mujer. Acto seguido la agredió físicamente con golpes y patadas y le dio mordiscos en una de sus piernas, donde le dejó las correspondientes marcas de las dentelladas.

Después de la agresión, el individuo la amenazó con echarla del país, dado que ella era una inmigrante colombiana. Para despertarle un mayor temor dijo conocer a gente supuestamente importante que eran clientes de un prostíbulo que , al parecer, tenía relación con él.

Dos horas retenida

La mujer hizo vanos intentos por escapar, pero él se lo impidió. Durante al menos dos horas ella fue retenida en el domicilio contra su voluntad. El agresor estaba muy ansioso, alterado y violento. En buena parte provocado por su elevado consumo de alcohol y cocaína.

La víctima intentó tranquilizarle en repetidas ocasiones, pero el individuo realizó todo este tiempo caso omiso. No le permitió salir de la vivienda y, en ocasiones, se interpuso entre ella y la puerta.

En un descuido del agresor, la mujer pudo ponerse en contacto con una amiga y le relató el calvario que estaba sufriendo en el domicilio de este hombre. Esta se dirigió a él y le amenazó con denunciarle a la Policía si no la permitía salír del domicilio. Finalmente accedió.  

Cuando los agentes al tomarle declaración a la víctima, esta les relató las agresiones que había sufrido. A continuación, este sujeto fue detenido por los presuntos delitos de detención ilegal, lesiones y amenazas.