La Universitat de les Illes Balears (UIB) ha empezado a tramitar un procedimiento disciplinario contra un profesor asociado del centro tras varias denuncias por presunto acoso sexual.

La institución universitaria difundió este martes un comunicado en el que explicó que el expediente va acompañado, como medida cautelar, de la suspensión de tareas docentes «debido a la gravedad de los hechos denunciados”» La UIB ya ha comunicado su decisión al afectado, el profesor J.G.G, de la Facultad de Matemáticas, en el edificio Anselm Turmeda.

Según explicó la Universitat, el pasado viernes tuvo lugar una denuncia contra el acusado por hechos contra la libertad sexual. A raíz de esto, la semana pasada surgieron voces que cuestionaban el comportamiento del profesor hacia las mujeres. En este panorama, en la UIB trascendió la información de que el docente ya contaba con una condena previa por acoso. De hecho, esto ya alertó al centro hace un tiempo sobre el maestro, pero en ese momento la institución no pudo actuar porque los hechos no habían sucedido en el campus.

Sin embargo, al conocer estas informaciones, algunas alumnas se animaron a relatar las situaciones abusivas que han sufrido con el acusado. El Vicerrectorado de Personal Docente e Investigador (PDI) mantuvo varias entrevistas con ellas y se llegaron a constar algunos hechos que incluso podrían llegar a ser constitutivos de delito.

Este diario se puso en contacto este martes con el acusado, que prefirió no dar su versión de los hechos: «Antes de hacer cualquier tipo de declaración, tengo que comentarlo con mis abogados», precisó.

Protocolo de acoso sexual

Todo esto llevó a la UIB a activar el protocolo de acoso sexual y adoptar otras medidas pertinentes, «siempre protegiendo los derechos de las víctimas», aseguró el comunicado del centro. Con este objetivo, el vicerrector de Personal Docente trasladó su testimonio y la denuncia escrita de los hechos a la Oficina de Igualdad y a la Secretaría General de la UIB para poner en marcha el mecanismo contra este tipo de conductas.

Igualmente, según la Universitat, el expediente disciplinario permite abrir un procedimiento administrativo que garantiza los derechos de todas las personas implicadas, salvaguarda su intimidad, establece con precisión los hechos ocurridos y legitima a la UIB para tomar las medidas que indique el instructor.

Desde la institución universitaria valoraron como «muy graves» los casos de abusos o acoso sexual, puesto que este tipo de conductas «atentan gravemente contra la dignidad de las mujeres» y son «contrarias al compromiso» del centro, que pretende ser un espacio «justo, igualitario y libre de todo tipo de discriminación».

Varias estudiantes se atrevieron a relatar su situación al saber que el hombre ya había sido condenado por acoso

En este sentido, la institución reiteró su compromiso con las víctimas de «cualquier situación de abuso y discriminación».

El protocolo que se ha activado se puede consular en la página web de la UIB. El documento ofrece una formación básica sobre los distintos tipos de acoso y sus consecuencias, detalla los recursos que tiene la universidad para estos casos y define el mecanismo específico que se activa.

El proceso pasa por varias fases antes de llegar a una resolución formal. En todo caso, si las partes no dan el problema por zanjado, podría llegar a intervenir el rector.