NEGLIGENCIA MÉDICA

Indemnizada la familia de una paciente que murió en Barcelona al confundir síntomas de covid con una trombosis venosa cerebral

El padre de la fallecida, de 21 años, lamenta el retraso del SEM y de los médicos del hospital del Mar en hacerle las pruebas adecuadas para tener un diagnóstico

Ambulancia en el Hospital del Mar.

Ambulancia en el Hospital del Mar. / FERRAN NADEU

Germán González

La aseguradora Relyens Mutal Insurance, que representaba al CATSALUT, ha indemnizado al padre, hermana y abuela de una paciente de 21 años que murió tras una negligencia médica. La reclamación se tramitaba en el Juzgado de Primera Instancia 33 de Barcelona pero el acuerdo extrajudicial, con reconocimiento de la responsabilidad por parte de los servicios sanitarios en un grave retraso de diagnóstico, ha acabado con el proceso judicial.

La familia, representada por la abogada Luisa Blanco de los servicios jurídicos de la asociación El Defensor del Paciente en Catalunya, no ha querido dar a conocer la cuantía de la indemnización. Según explican, el 26 de febrero de 2022, la paciente empezó a presentar importantes cefaleas totalmente invalidantes, que le provocaron fuertes mareos, náuseas, pérdida de visión o dificultad para hablar. 

Sin embargo, la entidad señala que estos "graves síntomas" se "banalizaron, tanto por parte del personal del Sistema d'Emergencias Mèdiques (SEM) que atendió las innumerables llamadas que les hizo el padre de la joven, como del Hospital del Mar donde ingresó en dos ocasiones de urgencias".

En este sentido remarcan que "el SEM no supo valorar la gravedad del caso a pesar de la detallada descripción de los graves síntomas, que el padre les hacía en cada llamada; y por otra parte, el servicio de Urgencias del Hospital del Mar procedió al alta hospitalaria de la joven el día 26 de febrero, tras una simple exploración, sin realizarle prueba de imagen alguna, ni exploración por un neurólogo. Ese día el hospital emitió un erróneo diagnóstico de toxoinfección alimentaria e infección por SARS-Cov; e informó al padre que su hija no sufría nada grave". 

Al día siguiente tras el alta hospitalaria, la paciente estaba mucho peor, ya que vomitaba de forma compulsiva, la cefalea era inaguantable, tenía la mirada perdida y apenas veía y por eso se avisó a una ambulancia. "Sin embargo, el SEM no puso a disposición de la paciente un servicio de urgencias para su traslado", remarca El Defensor del Paciente. Consiguieron llevarla al hospital por la gestión con su médico de cabecera y una vez allí pese a que el informe de exploración indicaba que la joven sufría un "cuadro de extrema gravedad" tardaron 9 horas en hacerle un TAC.

La prueba mostró que la paciente sufría trombosis venosa cerebral y falleció el 2 de marzo de 2022. Para la letrada de la familia, la joven murió "como consecuencia del grave e inaceptable retraso diagnóstico de una paciente que sufría graves síntomas que requerían un diagnóstico y tratamiento emergente. Sin embargo, tanto el SEM como el Hospital del Mar, minusvaloraron la clínica de la paciente y la relacionaron con los síntomas del Covid".

Además, la abogada recuerda que "los hechos suceden en el año 2022, tras 2 años de Covid, cuando ya se conocía por la comunidad médica que existía una evidente relación entre el Covid con enfermedades trombóticas arteriales y venosas, que ya se habían descrito a nivel mundial. Incluso se estaban dando casos que relacionaban las vacunas para el Covid con casos de tromboembolismos".

Una muerte "evitable" para el padre

La demanda, aceptada por los sanitarios en el proceso judicial, indicaba que existió "responsabilidad porque se mantuvo durante 3 días a la paciente con una grave patología que de haberse diagnosticado cuando comenzó el día 26 se podría haber beneficiado del tratamiento necesario que le hubieran permitido hasta en más del 90% su supervivencia".

"Queremos insistir en que desgraciadamente, y a pesar de que lo venimos denunciando desde hace años, la banalización de los síntomas y signos que sufren los pacientes no se puede instaurar en nuestra Sanidad, porque se repiten una y otra vez casos como este en el que el final es tan triste como denunciable", remarca la presidenta de la asociación El Defensor del Paciente Carmen Flores. 

El padre de la joven fallecida cree que su muerte "era evitable, el sistema disponía de los medios y de las personas para atenderla en una gran y moderna urbe como Barcelona, pero no hubo un diagnóstico correcto desde el inicio, y desde ahí todo condujo a su triste final, tras una operación a vida o muerte de la que salió con muerte cerebral".

Además, lamenta que el SEM puso "mil reparos al envío de una simple ambulancia" y que los médicos de urgencias del Hospital del Mar pensaron "que los síntomas de mi hija no eran tan graves y que exageraba su dolor, que todo se debía a lo que había comido la noche anterior y al Covid leve que dicen padecía. Finalmente, tras varios días sufriendo un dolor indescriptible, mi maravillosa hija falleció con solo 21 años".

El padre concluye que "si la historia de mi preciosa hija consigue que un empleado del SEM o un médico de urgencias, ante una mujer joven que presenta cefaleas fuertes y repetidas y además vómitos, acuda de inmediato a que se le practiquen las pruebas necesarias para obtener un diagnóstico rápido y adecuado, entonces sí que podré decir que el hacer público la historia de mi amada hija no habrá sido en vano".

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