Trece años del parricidio

José Bretón, solo en la cárcel

Fuentes próximas al parricida señalan que no recibe visitas desde que falleció su madre, hace varios años

José Bretón, solo en la cárcel

Redacción Córdoba | Foto: EFE

Pilar Cobos

José Bretón, padre de los niños Ruth y José, de 6 y 2 años de edad respectivamente, cumple 25 años de prisión por su asesinato en la cárcel de Herrera de la Mancha (en Manzanares, Ciudad Real). Allí pasa su día a día en el módulo de enfermería, sin permiso para salir, según informan fuentes consultadas por el Diario de Córdoba. Desde que falleció su madre, hace varios años, no recibe visitas de familiares ni amigos, y la ONG Siloé le lleva ropa. 

Los internos como él son denominados "refugiados" en el contexto carcelario, ya que permanece en la enfermería para que pueda ser controlado, "no puede convivir en un módulo normal", explican. Al igual que otros presos de un perfil similar (como Miguel Carcaño, el asesino de Marta del Castillo, en el mismo centro penitenciario) corre el riesgo de ser agredido por sus compañeros. "Tienen que estar, entre comillas, protegidos para evitar agresiones de otros internos que no toleran ese hecho. Se procura tener cuidado para que en sus desplazamientos no se encuentren por el camino a otros que puedan agredirle", apuntan.

Bretón se ocupa como ordenanza, realizando el reparto de comidas y los recados que le piden los funcionarios. Tiene una vida "muy rutinaria, muy marcada por los horarios. Es muy metódico, es del tipo de internos que obedecen bien las órdenes y siguen la rutina a rajatabla. Este tipo de delincuentes son muy maniáticos, muy ordenados y serviciales. No aceptan que se les llame la atención por haber hecho algo mal y procuran ser muy dóciles", precisan las mismas fuentes. 

"Esa mirada... no es de una persona normal"

Toma medicación, "como la mayoría de los internos" del centro. Su madre era la única persona que le visitaba, acudiendo una vez al mes a mantener un vis a vis con su hijo. Respecto a la posibilidad de que tenga rasgos psicopáticos, las fuentes cercanas también indican que estos criminales "tienen un comportamiento muy claro. Esa mirada, esa forma tan milimetrada de hacer las cosas, no es de una persona normal. Tampoco habla con mucha gente, está en su círculo de enfermería y poco más". 

Está «refugiado» en el módulo de enfermería y una ONG le lleva la ropa

En 2016, trascendió un intento de suicidio que se atribuyó a una maniobra para lograr ser trasladado a Córdoba. No obstante, ya ha superado la fase en la que se le aplicó un programa de prevención de la autolisis y "está perfectamente aclimatado a la vida en prisión". 

Con otros asesinos como Santiago del Valle

Las fuentes consultadas indican que tuvo que abandonar la cárcel de Alcolea "por la repercusión mediática en esta ciudad". Así, en este centro hay internos e internas con delitos similares cometidos en otra provincia o comunidad autónoma "y pasan desapercibidos". 

Estas mismas fuentes recuerdan que la estancia de Bretón en la cárcel cordobesa fue "correcta. Es una persona que estaba integrada en la sociedad, a diferencia de otras que ingresan y provienen de zonas marginales, y es más difícil que se adapten y acaten las normas. Jose Bretón era militar y reconoce el respeto a la autoridad".

Herrera de la Mancha, que tiene una población reclusa de unas 380 personas (la prisión de Alcolea cuenta con un millar) fue una de las primeras cárceles de máxima seguridad cuando se construyó, en 1979, y concentró a un importante número de presos etarras en los 80, aunque ya no queda ninguno. Entre otros delincuentes mediáticos, allí cumple condena Santiago del Valle, el asesino de la niña Mari Luz. "Herrera tiene fama de ser una cárcel con programas de tratamiento buenos y hay un buen equipo de técnicos", comentan estas fuentes en referencia al trabajo que hay que desarrollar con los delincuentes.

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