La médica que atendió a la víctima de la liposucción mortal: «Sangraba a chorros»

Los médicos defendieron en el juzgado la praxis que emplearon el día de autos

El cirujano y el anestesista, ayer, durante el juicio en Vía Alemania. | MANU MIELNIEZUK

El cirujano y el anestesista, ayer, durante el juicio en Vía Alemania. | MANU MIELNIEZUK / lorenzo marina. palma

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

«La paciente llegó inestable y sangraba a chorros». Con estas palabras la médica de la Unidad de Cuidados Intensivos(UCI) de Son Espases que atendió a Fátima Cherkaoui después de someterse a una liposucción que le acarreó la muerte definió ayer en los Juzgados de Vía Alemania el estado en el que recibió a la paciente. La facultativa precisó que la hemorragia que presentaba era compatible con un «sangrado arterial».

En la primera sesión del juicio que se celebra desde ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Palma comparecieron el cirujano que intervino a la víctima y el anestesista. Ambos defendieron su praxis en la intervención en la sala y negaron taxativamente que su comportamiento tuviera relación con su muerte. La fiscal pide para cada uno de ellos una pena de tres años por un presunto delito de homicidio imprudente y una indemnización a los hijos de la fallecida de 240.000 euros.

Mientras que la acusación particular, ejercida por la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) a través del abogado Rafael Martín Bueno en representación de la fallecida, pide para cada encausado cuatro años de prisión por presunto homicidio imprudente y omisión del deber de socorro y una indemnización a los hijos de medio millón de euros.

El médico que realizó la intervención a Fátima Cherkaoui solo contestó a las preguntas de su abogado, Jaime Campaner. Durante su breve alocución resaltó que había realizado Masters y cursos que, a su juicio, le capacitaban plenamente para realizar una operación como la liposucción que practicó a Fátima Cherkaoui. «Desde hace 15 años la técnica no ha variado», subrayó . En este sentido indicó que había seguido un «procedimiento normal. «No se hizo nada distinto a lo que he hecho centenares de veces», recalcó.

Así, este médico argumentó que la paciente fue informada de los riesgos a los que se enfrentaba con esta intervención quirúrgica «tanto de forma oral como escrita». El facultativo abundó en que una embolia grasa era una de estas posibles complicaciones que podrían aparecer.

Mientras que el anestesista que estuvo presente también en la intervención indicó que no encontraron «ninguna anomalía» en la paciente hasta que la operación estaba a punto de terminar. En este sentido señaló que la paciente sufrió un paro cardiaco, pero que la consiguieron «recuperar y estabilizar».

Uno de los extremos más polémicos es la supuesta tardanza de los facultativos en llamar al 061 después de que la paciente hubiera sufrido una parada cardiorrespiratoria.

El anestesista recalcó que, tras la parada, se centró en la reanimación de la paciente. De acuerdo con su versión, la recuperación de la víctima se produjo sobre las 16.15 horas y, una hora después, se llamó a las asistencias sanitarias. También defendió no haberle colocado una venda compresiva por si tenía que reanimarla de nuevo.

«Allí nadie hacía nada»

Una enfermera del 061 que llegó en la UVI móvil a atender a Fátima resaltó en su declaración el comportamiento pasivo del personal de la clínica al no darles ningún tipo de explicación. «Allí nadie hacía nada», destacó.

La fiscal sostiene en su escrito de acusación que durante la intervención en la liposucción mortal realizada el 6 de marzo de 2017 a Fátima Cherkaoui, de 45 años, en el Centro Policlínico Quirúrgico de Palma los médicos mantuvieron «un comportamiento descuidado» con «absoluta omisión del cuidado exigible» y actuaron «de manera negligente».