Drogas

Polvo de mono, la droga sintética que te convierte en una especie de Hulk paranoico

Las ciudades más castigadas de Reino Unido están viviendo escenas de caos protagonizadas por los consumidores de esta sustancia que provoca una agresividad extrema y paranoias, mientras que en Alicante ha habido hace unos días arrestos de traficantes de esta sustancia

Un hombre hospitalizado en Murcia el año pasado por consumir polvo de mono, retenido por un vigilante, se lame la mano ensangrentada.

Un hombre hospitalizado en Murcia el año pasado por consumir polvo de mono, retenido por un vigilante, se lame la mano ensangrentada.

Mercedes Alfaro Rueda

En una escena de caos que se ha vuelto demasiado común en las ciudades más castigadas de Gran Bretaña, un hombre desnudo, aparentemente bajo los efectos del polvo de mono, causó estragos en un centro de trabajo en Hanley, Stoke-on-Trent. Gritando maldiciones y arrojando sillas, aterrorizó a las madres con niños pequeños presentes antes de huir de lo que parecía ser una amenaza imaginaria.

El llamado polvo de mono, una droga sintética que cuesta poco más de 2 euros por dosis, ha sido vinculado a una serie de delitos violentos, incluyendo casos de canibalismo. Conocida también como polvo de caníbal o zombi en Estados Unidos, esta sustancia estupefaciente se puede inhalar, tragar, fumar o incluso suministrarse por vía rectal, y su efecto intenso puede durar hasta 12 horas, provocando una agresividad extrema y un comportamiento sin sentido.

La semana pasada en la provincia de Alicante se produjeron dos arrestos de traficantes de una de estas variedades de droga "zombi".

Becky Taylor, de 35 años y madre de dos hijos, cuyo primo fue consumidor de la droga, relató el incidente en su ciudad al diario The Sun: "Fue aterrador. El hombre se estaba volviendo loco, destrozando cosas y corriendo desnudo por el lugar. Tenía miedo porque tenía niños pequeños conmigo".

Sentimientos de paranoia, invencibilidad y superfuerza

El polvo de mono, conocido científicamente como metilendioxipirovalerona (MDPV), puede producir sentimientos de paranoia, invencibilidad y superfuerza, y causa sobrecalentamiento corporal, lo que a menudo lleva a los usuarios a desnudarse.

En la década de los 2000 comenzó a sintetizarse como droga de uso recreativo. Su aspecto es similar al de las sales de baño. Está especialmente diseñada para llegar rápidamente al cerebro, con lo que tarda pocos minutos en hacer efecto.

La metiendioxipirovalerona es una sustancia bastante fácil de conseguir porque se comercializa en tiendas esotéricas como sales de baño, abonos para plantas o incluso como quitamanchas.

Entre la nómina de efectos nos deseados de la ´droga caníbal´ están los escalofríos, la sudoración excesiva, los vómitos continuados, las taquicardias, la paranoia, los delirios o las conductas extremas.

Quienes consumen estas sustancias sintéticas no se inician en las drogas a través de ellas: ya han consumido otras antes. Además, no se consideran a sí mismos como adictos. «En general tienen muy poca conciencia de adicción. Son drogas que escapan de lo habitual. Piensan que son de un círculo privilegiado y que es algo recreativo. Se convencen de que toman esa droga para estar despejados, ir de fiesta o practicar sexo como en el caso del ´chemsex´ (sexo químico)», describe el psicólogo clínico Jesús Cancelo. Pero sí son adictos, porque dentro de la definición de una adicción se incluye el uso, el abuso y la dependencia.

La expansión de esta nueva droga (también conocida como ´ola de marfil´ o ´cielo de vainilla´) entre la juventud mundial lo demuestra el hecho de que en Estados Unidos las llamadas al laboratorio nacional de toxicología para recabar información clínica sobre esta sustancia pasaron de las 300 realizadas en 2010 a las 6.000 del año posterior.

"Es como atacar al Increíble Hulk"

Un oficial de policía que acudió al lugar en el citado incidente en Reino Unido comparó tratar de esposar al afectado por el polvo de mono con "atacar al Increíble Hulk".

Esta droga ha causado estragos en la comunidad de Stoke-on-Trent, y la ciudad ha sido considerada como la capital del Reino Unido de esta nueva y peligrosa epidemia. El ministro de Crimen y Vigilancia, Chris Philp, ha subrayado que "estas drogas sintéticas arruinan vidas, familias y vecindarios. Se fabrican en laboratorios y se distribuyen a nuestras comunidades. Nuestras leyes de drogas deben seguir el ritmo de su evolución”.

El polvo de mono también ha llevado a muchos de sus usuarios a prisión. Ashley Ford, de 25 años, primo de Becky Taylor, fue encarcelado durante 21 meses en junio de 2021 después de admitir varios cargos por daños. "El polvo de mono lo volvía loco, hacía locuras", comentó Taylor. "Pero ahora cambió su vida y se limpió después de ir a prisión".

La droga sintética ha causado un aumento en los delitos y ha dejado a los residentes atónitos por su gran propagación. Las autoridades están trabajando para combatir esta crisis, pero la tarea no es fácil. Lou Macari, exdirector de fútbol de Stoke City, quien está tratando de abordar el problema de la falta de vivienda en el área, afirmó: “Tenemos un gran problema con el polvo de mono en Stoke y he visto cosas que nunca pensé que presenciaría: personas desnudándose porque están convencidos de que hay serpientes en el suelo, paranoia y episodios psicóticos".

"Estas drogas vuelven loca a la gente"

En The Potteries, una zona de Stoke-on-Trent, ha habido un aumento en la delincuencia relacionada con el uso del polvo de mono. Las visitas a la localidad revelan una realidad alarmante: mujeres buscando en contenedores de basura, gente drogada inconsciente en medio de la calle y propiedades dañadas por consumidores de la droga.

Vasile Calarsu, un constructor jubilado de 56 años, comenta sobre la gravedad de la situación: “He visto a cuatro personas desplomadas en medio de la calle. Un hombre prendió fuego a los contenedores en sus jardines cuando estaba loco por las drogas y quemó la casa. Estas drogas vuelven loca a la gente".

Las sentencias judiciales relacionadas con la droga también están en aumento. Mary Stokes, de 34 años, fue condenada a 32 meses de prisión en noviembre tras apuñalar dos veces en el cuerpo a un paciente con cáncer. En marzo, Carl Bage, de 45 años, murió tras caer de una pared mientras estaba bajo los efectos de un cóctel de drogas que incluía polvo de mono. En julio del pasado año, Natasha Johnson, de 43 años, sufrió una sobredosis mortal tras mezclarlo con metadona.

La policía de Staffordshire ha estado trabajando para cortar los suministros en el área y recientemente incautó polvo de mono por valor de más de 100.000 euros. Sin embargo, la lucha contra la droga continúa siendo un desafío. La falta de estadísticas oficiales específicas sobre el número de muertes relacionadas con el polvo de mono en el Reino Unido dificulta el seguimiento de la magnitud de la crisis. Sin embargo, las cifras sobre "nuevas sustancias psicoactivas", de las cuales esta droga es una, mostraron que las muertes aumentaron en un 88 por ciento en un año, de 137 en 2020 a 258 en 2021.

Con la creciente preocupación sobre la propagación de esta droga, los responsables del Ministerio del Interior han pedido al Consejo Asesor sobre el Uso Indebido de Drogas que analice si la sustancia de Clase B debe pasar a la Clase A, lo que agregaría dos años más de prisión por posesión y la amenaza de cadena perpetua para los traficantes.

Los casos en España

En España, el primer caso del que se tiene constancia se registró en Ibiza en verano de 2017, cuando un joven británico atacó a varias enfermeras que le estaban atendiendo y fue precisa la presencia de la Policía para reducir al paciente. El chico arremetió contra los agentes a mordiscos.

Un año después, un menor de 17 años ingresó en el Hospital Universitario Lucus Augusti después de morder y agredir a los que se encontraban a su alrededor en el centro de Lugo. Se le sometió a un coma inducido, del que salió, aunque siguió ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.

«Cada persona reacciona ante la droga de forma diferente y hay veces que, hasta que no pasa una desgracia, no puede saberse que ese tipo de estupefacientes están ya en circulación por una zona específica», comentan agentes especializados en narcotráfico.

Los expertos que luchan contra el tráfico de sustancias ponen el acento, especialmente, en las zonas de ocio nocturno. Es allí donde los camellos pueden hacer su agosto, vendiendo pastillas a, especialmente, gente joven que está de fiesta.

Aunque el objetivo es acabar con quien está detrás de este tráfico de estupefacientes. «No con el camello que vende unas ´rulas´ en un aparcamiento, con eso no cortas el problema de raíz», apuntan fuentes cercanas a las investigaciones. El fin es dar con el laboratorio donde se producen las drogas.

En 2016, la Policía Nacional desmantelaba en Finestrat un laboratorio de drogas sintéticas. «No son sustancias que se consuman diariamente, son más bien de ámbito nocturno y suelen estar ligadas a determinadas fiestas. Las personas se intoxican un día y paran hasta la semana siguiente o la siguiente fiesta, por lo que al organismo le da tiempo a recuperarse. No acuden al médico porque no tienen en cuenta el daño neurológico», destaca Jesús Cancelo, psicólogo clínico.

Paranoia, confusión, delirios, ansiedad, conductas violentas... Los efectos de la ´droga caníbal´ son muchos pero destacan los vinculados a un aumento de la agresividad del consumidor. Lo que no se ha demostrado es su relación con el canibalismo. «Que alguien se muerda a sí mismo o muerda a otros no tiene por qué ser por estas sustancias específicamente. Este comportamiento puede derivarse del consumo del alcohol. También hay gente que pierde el control de sus impulsos, que no tienen que obedecer a una droga de síntesis, sino a trastornos psicopatológicos», señala Cancelo.

El año pasado, un hombre de 32 años tuvo que ser atendido en la madrugada del 1 de enero en el centro de salud de Cehegín, en Murcia, tras autolesionarse al haber consumido la 'droga caníbal'. El paciente, que tuvo que ser trasladado hasta el servicio de urgencias del citado centro por varios conocidos suyos, llegó con varias laceraciones provocadas por él mismo y por las que tuvo que ser atendido. En varios vídeos grabados por una cámara incorporada al chaleco de uno de los agentes se puede observar al paciente en un estado de gran excitación en el que pierde el control. Hasta tal punto que llega a lamerse la sangre de su mano para ingerirla.

«Hace efecto a los pocos minutos de haber sido ingerida, en unos cinco, porque está especialmente diseñada para llegar rápidamente al cerebro. Su efecto máximo se da a la hora u hora y media de la ingesta, y el viaje dura de seis a ocho horas o, lo que es lo mismo, una noche larga de marcha», dice el doctor Bernardino Barceló, del laboratorio de Son Espases, en Palma.

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