La Guardia Civil acorraló a la narcolancha de Cala sa Nau en una persecución por mar a 55 nudos de velocidad

La Guardia Civil acorraló a la narcolancha interceptada la madrugada del pasado viernes 21 de abril en Cala sa Nau, cargada con dos toneladas de polen de hachís, en una persecución por mar a 55 nudos (más de cien kilómetros por hora). Esta acción fue continuada con apoyo del helicóptero y de efectivos terrestres del instituto armado. "Vieron que nosotros éramos igual de rápidos que ellos y no nos podían dejar atrás", ha explicado este jueves en rueda de preensa el capitán del Servicio Marítimo del instituto armado Francisco Córdoba. El iimportante alijo de droga intervenido podría alcanzar en el mercado negro un valor cercano a los 15 millones de euros.

El capitán Córdoba ha resaltado la "excelente coordinación de la especialización" de los distintos medios de la Guardia Civil para interceptar esta narcolancha y llegar la operación antidroga a buen puerto. En este sentido, la investigación partió del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), la embarcación rápida fue detectada a las cuatro de la madrugada por el radar del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) del instituto armado, procedente del norte de África, alijando en Cala Sa Nau, en Santanyí. Allí había varios vehículos, fardos y 68 garrafas de gasolina. Al verse descubiertos, la narcolancha se dirigió mar adentro. La alta velocidad a la que navegaba y los bultos que portaban la delataron.

Sorprenden a una narcolancha descargando fardos de droga cerca de Cala Gran, en Santanyí

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A continuación la patrullera de alta velocidad del Servicio Marítimo de la Guardia Civil le salió al paso. Los patrones de la embarcación trataron de hacer una maniobra desesperada para tratar de evitar a sus perseguidores. "En un primer momento, intentó dar media vuelta, pero no nos podía dejar atrás", ha abundado el responsable de la actuación marítima del instituto armado. A partir de ese instante, la tripulación de la narcolancha tomó la determinación de arrojar por la borda numerosos fardos de polen de hachís con la intención de aligerar peso cuanto antes.

El operativo se puso en marcha de nuevo por la manana. Con la luz del día, la acción combinada del helicóptero, patrullas terrestres y la patrullera del Servicio Marítimo los dejó sin escapatoria posible. La narcolancha fue localizada en las inmediaciones y el patrón optó por embarrrancarla en la arena y tratar de huir a pie. En esa ocasión fueron detenidas tres personas. Otras dos, un argentino y un español, fueron detenidos días después. Los cinco ingresaron en prisión, fueron intervenidas dos toneladas de polen de hachís repartidas en 57 fardos, 68 garrafas de gasolina, la embarcación semirrígida de nueve metros de eslora con dos motores de 300 caballos cada uno, tres teléfonos satelites y dos todoterreno pickup con los que pretendían alijar.