El monitor de Nazaret cobró por los menores de los que abusaba en su casa de Palma

Las agresiones sexuales a niños presuntamente perpetradas por un monitor de la Fundación Nazaret durante la década de los 80 prosiguieron en los años posteriores en un centro de acogida que el hombre montó en una casa de Son Sardina, en Palma, que denominó Ca Meva. Algunas de las víctimas relatan que en este centro, que acogía a menores sin hogar, llegaron a vivir una docena de chicos, de los que muchos fueron también abusados, y por los que el presunto pederasta cobraba subvenciones de las instituciones.

Según las declaraciones de varias de las víctimas, el presunto pederasta, F.C.M.F., que en la actualidad tiene unos 65 años y vive en Perú, empezó a trabajar en la Fundación Nazaret a principios de los años 80, cuando tenía unos 25 años. Este hombre tenía una habitación propia en el centro. Según las víctimas, por la noche era el único adulto que se quedaba al cuidado del centenar de niños que había en el centro, que dormían en grandes habitaciones compartidas, con una treintena de menores cada una.

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Las víctimas relatan que a lo largó de más de una década el hombre violó a decenas de niños de forma reiterada, a los que se llevaba por las noches a su habitación o bien en acampadas o viajes que organizaba los fines de semana y en vacaciones. Los cálculos de los denunciantes apuntan a que decenas de niños, posiblemente mas de medio centenar, sufrieron estos abusos sexuales.

Posteriormente, a principios de los años 90, creó un centro de acogida para menores en una casa ubicada en el Camí Son Guasp de Son Sardina, que denominó Ca Meva. Algunos de los chicos de Nazaret le ayudaron en la construcción del inmueble los fines de semana.

Las víctimas refieren que solicitó permiso a las instituciones encargadas de la protección de menores para acoger allí a chicos, por los que cobraba una subvención. En Ca Meva llegó a haber una docena de adolescentes, y allí presuntamente prosiguieron las agresiones sexuales durante años.

Francisco Fernández Ochoa, abogado de una de las víctimas, Toni Estela, que ha presentado una denuncia en el juzgado por estos hechos, explica que en los años ochenta, cuando se produjeron las presuntas agresiones sexuales en Nazaret, la competencia de la tutela de los menores la tenían los juzgados, mientras que la guarda y custodia dependía del Obispado, que gestionaba centros como Nazaret. El letrado considera que esto abre la posibilidad de que las víctimas reclamen indemnizaciones tanto al Estado como al Obispado por la falta de controles que habrían propiciado los abusos.

Desde el Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) indican que en los años 80 los centros tutelados de menores dependían del Estado, primero del ministerio de Educación y luego del Ministerio de Asuntos Sociales. En 1994 se transfirieron las competencias al Govern y en 1998 al Consell. El IMAS no tiene en su registro ningún centro de acogida denominado Ca Meva.

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