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Investigación

El detenido en Oviedo por el atropello repitió los trompos varias veces antes de estrellarse

La investigación apunta a que el conductor no estaba solo en el vehículo en el momento de la colisión, que acabó seccionando las piernas a un joven

El concejal de Seguridad Ciudadana de Oviedo, José Ramón Prado, inspecciona la zona del siniestro en el polígono. Fernando Rodríguez

El análisis de la esquina del polígono del Espíritu Santo de Oviedo donde el sábado a medianoche, en el transcurso de una suerte de "exhibición ilegal", un conductor se llevó por delante a cuatro personas, una de ellas herida muy grave, con las piernas seccionadas, empieza a arrojar algo de luz sobre los hechos. Según fuentes próximas a la investigación, el conductor detenido, J. V. J., de 25 años, habría realizado la misma pirueta en ese tramo concreto varias veces antes del siniestro. Además, y a diferencia de esas "pasadas" anteriores, cuando perdió el control del vehículo y acabó empotrándose contra el muro de una empresa de congelados estaba acompañado por otras personas que viajaban con él en el Opel Vectra y que abandonaron el coche al momento.

El análisis de distintas grabaciones procedentes de las cámaras de seguridad de las naves vecinas y el relato de varios testigos han llevado a los investigadores a plantear una hipótesis sobre las causas del fatal accidente. Parece que el joven, supuestamente un conductor inexperto en este tipo de demostraciones –máxime teniendo en cuenta el tipo de vehículo–, realizó el tramo inicialmente solo. Como ha sucedido otras veces en este mismo punto del polígono del Espíritu Santo, en otro tipo de concentraciones similares, los conductores se sitúan al extremo de la calle Dinamarca, cerca de la nave de Porcelanosa, y aprovechan la recta en dirección opuesta a Parque Principado. Tienen seiscientos metros hasta la siguiente rotonda, pero en medio de ese tramo aprovechan cualquiera de las calles laterales para hacer un trompo a mitad del recorrido. En el caso de la concentración de la noche del sábado, el vehículo hacía el trompo después de cuatrocientos metros de aceleración, a la altura del nuevo aparcamiento, derrapando hacia la derecha y metiéndose por la calle Austria.

Las marcas de ruedas en ese punto de la recta, y no solo las que dejó el Opel Vectra el sábado, indican que se trata de un tramo y una pirueta habitual en este tipo de concentraciones.

El sábado noche el conductor no estaba solo. Según se puede apreciar en las cámaras de seguridad, había público concentrado en ese cruce donde J. V. J. hacía derrapar su Opel Vectra. Un grupo, al que se llevó por delante, estaban apoyados en el muro de la empresa de congelados, ahora medio derrumbado por el impacto. Otro grupo estaba en la esquina opuesta y un tercer puñado de espectadores contemplaban las acrobacias al otro lado de la calle, junto al aparcamiento.

Fue después de haber realizado varias veces ese tramo cuando el conductor habría invitado a varios amigos a que le acompañaran en el siguiente intento para vivir desde dentro la acrobacia. No está claro cuántas personas se subieron al Vectra en ese momento. Algunas fuentes hablan de hasta cuatro personas, lo que supondría aumentar más de 200 kilos el peso del vehículo. Es muy posible que ese cambio fuera lo que hizo perder el control a J. V. J.

Los análisis confirman el positivo en anfetaminas del conductor, que sigue en prisión provisional

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Su falta de experiencia, las pocas prestaciones del coche para esa exhibición y el efecto de las drogas que había consumido habrían sido el cóctel perfecto para que ese último tramo acabara en tragedia. Fuentes de la investigación confirmaron también ayer que el detenido dio positivo en anfetaminas.

Que dentro del coche iban más personas también parecen confirmarlo varias grabaciones de las cámaras de seguridad. En ellas se ve cómo, tras el siniestro, se abren todas las puertas a la vez del vehículo y se bajan varias personas, no solo el conductor. Uno de esos acompañantes, además, sale corriendo y abandona el lugar el suceso sin mirar atrás.

Los heridos

Además de estos avances en la investigación, la unidad especializada en la reconstrucción de accidentes de la Policía Local corrigió este lunes los trazados de ruedas recogidos en la escena del siniestro y reelaboró algunas hipótesis planteadas inicialmente. Además de la confirmación del consumo de drogas, las otras noticias que llegaron, por parte de fuentes sanitarias, confirmaron el mal pronóstico que ya se apuntaba para el herido más grave. Los médicos no pudieron salvar las extremidades del hombre de 31 años al que el impacto del Vectra contra el muro le había seccionado las piernas: ayer se confirmó que resultó doblemente amputado.

Fuentes judiciales de la defensa de J. V. J. también indicaron que el estado de su cliente seguía siendo el mismo. El juez, a petición del fiscal, había decretado el domingo prisión provisional en atención a las gravísimas heridas sufridas por las víctimas.

El trágico accidente con el que finalizó la exhibición del sábado ha vuelto a poner el foco en este tipo de concentraciones que acaban con exhibiciones o carreras ilegales. El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, José Ramón Prado, quiso dejar claro este lunes que lo que sucedió el fin de semana "no fue ningún tipo de competición, por lo que no se puede denominar carrera ilegal".

La concentración de personas, a veces con sus coches, en este tipo de espacios, aparcamientos, calles largas, como sucede en una serie de puntos negros del municipio, como el polígono del Espíritu Santo, el de Olloniego o algunas zonas de La Corredoria, dificulta, explica Prado, la labor de la Policía, que no puede destinar a un agente a estar permanentemente en cada uno de estos lugares.

Sin embargo, precisa, la Policía Local sí lleva tiempo tratando de combatir este tipo de prácticas. Lo hace con perseverancia y tratando de minar las ganas de la comunidad que forma parte de estas "kedadas" con más presencia policial, pero los participantes en estas actividades tratan de ocultarse y buscan el momento en que no hay agentes. De hecho, la misma noche del accidente un coche patrulla había hecho una ronda por la zona dos horas antes sin detectar ningún movimiento. "Hay tráfico por estas calles, se ven coches que vienen de Parque Principado, ves gente charlando en un calle... Pero es difícil detectar algún tipo de actividad ilegal ante la que se pueda intervenir".

La Policía Local de Oviedo utiliza otro tipo de recursos. Hace solo una semana, el fin de semana pasado, identificó que podía haber otra concentración y desplazó a la zona uno de sus vehículos de intervención rápida. Mientras la furgoneta con los agentes estuvo allí, no hubo ningún movimiento. No obstante, se realizaron identificaciones y se tramitaron cinco sanciones. Los agentes tratan de minar la moral de los participantes en este tipo de actividades buscándoles las cosquillas con otras cosas: neumáticos desgastados, una ITV sin pasar, falta de documentación...

Para tratar de evitar este tipo de situaciones la Policía de Oviedo también ha intentado otras formas de intervención más discretas. Ha llegado a utilizar coches camuflados y ha introducido a agentes de paisano para conocer más sobre el modus operandi de los aficionados a este tipo de pruebas, retos o exhibiciones ilegales relacionadas con el mundo del motor.

Los esfuerzos dan a veces sus frutos pero, como sucede en otro tipo de problemas de seguridad difíciles de atajar, como el botellón, la mayoría de las veces los participantes se limitan a buscar otro lugar donde estar tranquilos una vez que la policía ha reforzado la vigilancia en las zonas habituales de las "kedadas".

A principios de año agentes de la Policía Local de Oviedo protagonizaron un vídeo que se hizo viral en las redes sociales en el que habían tenido que hacerse pasar por participantes en una de estas convocatorias, derrapando en una glorieta de Olloniego, mientras esperaban a la llegada de los compañeros. En aquella ocasión, los vehículos que habían participado en la concentración se citaron previamente en Parque Principado pero luego cambiaron sobre la marcha y se desplazaron a Olloniego al darse cuenta de que había fuerte presencia policial en la zona para frustrar toda posible demostración o competición automovilística.

Vox: "Existen zonas de Oviedo que son ‘ciudades sin ley’"

F. T.

La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Coto, ha exigido al Gobierno que presiden Alfredo Canteli que "tome medidas" para acabar con las carreras ilegales, "igual que rectificó con el repunte de la criminalidad en las fiestas". "Vox ha llevado al Ayuntamiento propuestas para acabar con las carreras ilegales en Oviedo, en Las Campas o en Prado de La Vega, recibiendo el voto en contra del PP", señaló Coto, que considera que "existen zonas de Oviedo que son verdaderas ‘ciudades sin ley’, generando inseguridad, miedo y verdadero riesgo para los vecinos".


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