El hombre de 35 años encarcelado por presuntos malos tratos a su bebé de dos meses en Ses Salines afronta penas que pueden llegar a los 13 años de prisión. La Fiscalía reclamó el pasado jueves su reclusión incondicional por el riesgo de fuga que supone esta posible condena, ya que el padre está acusado de dos delitos de lesiones y otro de maltrato habitual con la agravante de parentesco. La acusación alertó además del peligro de que la pequeña sufriera nuevas agresiones si el sospechoso quedaba en libertad. La niña permanece ingresada en Son Espases desde que el pasado miércoles se detectaran ese hospital diversas fracturas y hematomas. La madre, también detenida por la Policía por no impedir los malos tratos, quedó en libertad pero se le ha retirado la custodia.

Como expuso la fiscal tras los interrogatorios de los padres en el juzgado de guardia de Palma, la magistrada considera que existen indicios suficientes contra el acusado. Señala que los «contundentes» informes médicos del caso reflejan que el bebé presenta dos fracturas, una muy reciente y otra en estado de curación, así como hematomas y otras lesiones. Estas heridas, señaló la fiscal, no se corresponden «en absoluto» con la justificación que dio el sospechoso, que alegó que había aplastado accidentalmente a la pequeña cuando ambos dormían en la misma cama.

También destaca que hace un mes el bebé ya fue atendido en un centro médico, donde se detectaron unos golpes en la espalda. El padre afirmó que la niña se atragantó con una toallita y tuvo que darle unos toques para que no se asfixiara. La fiscalía considera que se trata de «un antecedente que debe ser investigado», ya que en aquel momento no se activó el protocolo por posibles malos tratos.

La investigación apunta a que el hombre habría agredido de forma habitual a la pequeña y que la madre no habría hecho nada por impedirlo. Cuando se produjo el último episodio, en el que la bebé sufrió una fractura de fémur, la mujer estaba trabajando, pero la Policía y la fiscal mantienen que tuvo que ser consciente de las lesiones anteriores, ya que eran visibles y evidentes. De ahí que se le imputen los mismos delitos que al padre pero por omisión.

La mujer negó en su declaración haber tenido conocimiento de los malos tratos pero señaló que siempre que volvía a casa se encontraba a su hija llorando.

Los investigadores de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional continúan llevando a cabo diligencias para esclarecer lo ocurrido. El caso será remitido a un juzgado de instrucción de Manacor, ya que los hechos ocurrieron en Ses Salines, donde residen los acusados.

Una persona «agresiva» con dos antecedentes

Entre los motivos esgrimidos por la Fiscalía para reclamar a la jueza de guardia el ingreso en prisión del padre figura que «es un conocido de la Policía, que lo describe como una persona agresiva». Fuentes policiales confirmaron ayer que al acusado le constan en las bases de datos dos detenciones anteriores. Estos arrestos fueron practicados por la Guardia Civil como presunto autor de sendos robos.