Un dron sobrevoló ayer el patio de la Comandancia de la Guardia Civil de Balears en busca de un supuesto explosivo. Un perro luego confirmó con su olfato y marcó que dentro había una posible bomba. Acto seguido un robot se encargó de llevar a zona segura una mochila y desmantelar el artefacto.

Esta exhibición se presenció ayer en la sede principal del instituto armado en las islas con motivo de las fiestas de la patrona del Cuerpo: la Virgen del Pilar. La Comandancia albergó una jornada en la que abrió las puertas de par en par e hicieron las delicias de grandes y pequeños.

Las principales unidades especializadas del Cuerpo mostraron su material y permitieron que el numeroso público lo conociera de cerca e incluso se dio a la oportunidad a los visitantes de que se lo pudieran probar. Los agentes también explicaron a los asistentes cómo utilizan esos elementos en su quehacer cotidiano.

Las motocicletas de los agentes de la Guardia Civil de Tráfico fueron usadas para que niños y mayores se fotografiaran sobre ellas. Los buceadores del GEAS y los montañeros del GREIM explicaron a los más curiosos cómo actúan y cuáles han sido algunas de sus misiones más complicadas de rescate en el mar y en la montaña.

Arietes y huellas

Una de las mesas más aclamadas por los más pequeños fue el expositor de los efectivos de la Usecic (Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia). Sus fusiles de asalto, escudos, cascos y arietes -utilizados para irrumpir de manera sorpresiva en inmuebles- cautivaron a los más pequeños. Pocos niños pudieron resistirse a ponerse un caso o a coger el arma.

A escasos metros, los expertos de Criminalística explicaron la complejidad científica de su trabajo para escudriñar a partir de las huellas cómo se ha producido un crimen y cómo su concienzuda labor evita en muchos casos que puedan quedar impunes.