Una mujer fue condenada ayer a pagar una multa de 540 euros por dejar morir a su exnovio, de unos 35 años y que sufrió una sobredosis en un hotel de Cala Rajada, en Capdepera. La acusada no alertó a los servicios de emergencias pese a que la víctima estuvo varias horas moribunda y ella misma comunicó a una amiga su grave estado de salud. Finalmente fue esta mujer quien acudió al establecimiento y, al comprobar su crítica situación contactó con el 112. El hombre fue hospitalizado, pero falleció poco después. La procesada se declaró autora de un delito de omisión del deber de socorro tras el acuerdo alcanzado entre su abogado, la Fiscalía y el letrado de la familia de la víctima, que ejercía la acusación particular.

Los hechos ocurrieron el 11 de diciembre de 2019. El hombre fue a tomar un café con su compañero de piso a un bar de Capdepera y al parecer estuvo consumiendo cannabis. Poco después se encontró con un conocido, que le dio un bote de metadona, el medicamento opiáceo que tomaba para superar su adicción a la heroína.

La víctima se dirigió después a una cafetería de Cala Rajada, donde coincidió con su expareja, de quien tenía una orden de alejamiento. Ambos acabaron juntos un hotel de la localidad, donde se alojaron ese día. La víctima, que había estado consumiendo drogas y metadona en las horas previas, quedó inconsciente hacia la medianoche. La mujer optó por irse del establecimiento y regresó a las 11 de la mañana del día siguiente.

Fue entonces cuando encontró a su expareja en aparente parada cardiaca y con espuma en la boca. Así se lo hizo saber a una amiga a través de WhatsApp a las once y cuarto de la mañana. Poco antes de la una de la tarde, volvió a escribir a esta mujer para insistir en que el hombre no respiraba. La interlocutora le dijo entonces varias veces que llamara a emergencias, pero la acusada no lo hizo.

La amiga, preocupada, se ofreció para ir al hotel y la acusada accedió, pero le dijo que no informara de lo ocurrido. «Sube sin decir nada», le pidió.

Cuando la testigo llegó al establecimiento y comprobó la gravedad de la situación, decidió contactar enseguida con el 112. Desde la central de emergencias le dieron instrucciones para intentar reanimar al hombre mientras llegaba la ambulancia. Fue la propia acusada quien realizó estas maniobras hasta que los sanitarios se hicieron cargo de la situación. El hombre fue trasladado de urgencia a un hospital, donde murió poco después debido a una sobredosis.

El caso debía ser enjuiciado por un jurado popular, pero el acuerdo de conformidad alcanzado por las partes antes de la vista oral hizo innecesario constituir el tribunal. La mujer reconoció los hechos ayer en la Audiencia Provincial de Palma y se declaró autora de un delito de omisión del deber de socorro, por el que aceptó pagar una multa de 540 euros.