Un hombre ha sido condenado este miércoles a dos años de prisión por provocar un grave incendio en el domicilio de unos vecinos con un cohete en Palma. El procesado lanzó varios artefactos pirotécnicos desde su vivienda en la calle Son Armadans durante una fiesta de Nochevieja. Uno de ellos estuvo a punto de impactar en una niña y generó un fuego que obligó a la familia a salir corriendo del piso. El inmueble quedó inhabitable a consecuencia de los grandes daños causados por las llamas. El acusado se ha declarado, durante la vista celebrada en la Audiencia Provincial de Palma, autor de un delito de incendio por imprudencia grave con la atenuante de dilaciones indebidas tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y el resto de acusaciones. Deberá pagar indemnizaciones de más de 82.000 euros.

Los hechos ocurrieron justo después de las campanadas de Nochevieja, en la madrugada del 1 de enero de 2017. Para celebrar la llegada del nuevo año, el acusado, de 37 años, comenzó a lanzar desde su balcón varios cohetes y petardos. Algunos de estos artefactos se dirigieron al sexto piso de un edificio situado enfrente, donde estaban una niña y su madre. Uno de ellos pasó junto al rostro de la menor, que estaba en la terraza y tuvo que cobijarse en el interior de su casa. El hombre continuó lanzando fuegos artificiales y uno de los cohetes acabó desencadenado un incendio. El fuego comenzó en los muebles de la terraza de los perjudicados, que al empezar a explotar las cristaleras salieron en pijama y a toda prisa del inmueble. Alertaron al resto de los vecinos y a los bomberos, que se movilizaron de inmediato.

Las llamas causaron enormes destrozos y la vivienda afectada quedó inhabitable, por lo que los moradores tuvieron que trasladarse a otro piso hasta que se llevaron a cabo las reformas y reparaciones necesarias. Los daños fueron valorados en más de 82.000 euros.

La Policía Nacional abrió una investigación e identificó al hombre que había lanzado los cohetes. Tras la instrucción llevada a cabo por un juzgado de Palma, la Fiscalía le imputó un delito de incendio por imprudencia grave, por el que reclamó una condena de siete años de prisión.

Este miércoles, las partes han alcanzado un acuerdo de conformidad que ha supuesto una notable rebaja de la pena. La Fiscalía, la acusación particular y la defensa han acordado una condena de dos años de prisión, al apreciar la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas porque la causa judicial estuvo casi tres años paralizada. El acusado se ha declarado autor de los hechos ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial. El hombre deberá indemnizar a los dueños de la vivienda incendiada con 22.000 euros y a una compañía de seguros que abonó parte del coste de la reforma con otros 59.000. Las partes han acordado que la pena de prisión quede suspendida por un plazo de cinco años, a condición de que el procesado no vuelva a cometer delitos y abone las indemnizaciones en los próximos cuatro años. El tribunal ha dictado sentencia en el acto.