Agentes de la comisaría de Policía Nacional de Maó arrestaron el pasado lunes a una mujer de 35 años a la que se le imputan catorce delitos, la mayoría robos en casas de personas de edad avanzada que vivían solas.

La mujer lograba entrar en las casas diciendo que era una cuidadora enviada por los servicios sociales. En otras ocasiones se presentaba como una nueva vecina o utilizaba algún pretexto como que necesitaba ir al cuarto de baño o pedía un vaso de agua. En cuanto los moradores se descuidaban se llevaba las carteras o los objetos de valor que encontraba. Aunque la mayoría de las veces no empleaba la violencia, hubo al menos dos casos en los que forcejeó con las víctimas para acceder a la casa o huir.

Entre las denuncias recopiladas por la Policía había una que refería la sustracción de una cartilla de ahorros, con la que posteriormente realizaron extracciones por valor de 2.500 euros.

La serie de robos comenzó a mediados del pasado mes de julio, y desde entonces la Policía había recibido catorce denuncias por distintos delitos cometidos por la misma mujer. Su arresto se había convertido en una prioridad para la comisaría de Maó.

Finalmente los investigadores lograron identificar a la sospechosa, una mujer española de 35 años de edad. Los agentes de la Brigada Local de Policía Judicial la arrestaron el pasado lunes y realizaron un registro en su domicilio. Allí recuperaron diversos efectos procedentes de los robos, como teléfonos móviles, dispositivos electrónicos, tarjetas de crédito y documentación.