El juez de guardia decretó este martes el ingreso en prisión provisional de tres jóvenes de origen dominicano por la presunta agresión sexual de una chica ocurrida este pasado fin de semana en Vigo. Los supuestos agresores y la víctima se conocieron en la zona de copas de Areal y los hechos habrían sucedido en un piso de la Travesía de Vigo. La mujer fue asistida en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, activándose el protocolo sanitario, policial y judicial para casos de esta naturaleza, en los que también interviene el médico forense. La investigación, en la que se estaría indagando si llegó a haber alguna grabación realizada con teléfono móvil, fue llevada a cabo por la Policía Nacional, cuyos agentes se encargaron de la detención de los ahora investigados, que negaron la autoría del ataque sexual denunciado en sus comparecencias ante el magistrado.
Los hechos sucedieron supuestamente la madrugada del sábado para el domingo. Los detenidos y la joven se habrían conocida esa misma noche y después, sin que hayan trascendido las circunstancias, fueron a un piso de la Travesía de Vigo, donde al parecer reside al menos uno de los supuestos agresores. Tras ser arrestados el domingo por agentes de la comisaría viguesa y ser trasladados a dependencias de la comisaría de Álvaro Cunqueiro, este martes a última hora de la mañana pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo, en funciones de guardia, donde, en sus comparecencias, según trascendió, se declararon inocentes.
Fue una jornada maratoniana en los juzgados ya que, tras prestar declaración ante el juez instructor, ya por la tarde tuvieron lugar las comparecencias previstas en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, audiencias en las que la Fiscalía interesó que se decretase prisión preventiva para los arrestados por la gravedad de los hechos denunciados y las altas penas a las que se podrían ver expuestos en un futuro juicio. Los abogados defensores, mientras, emitieron también sus alegatos y solicitaron la puesta en libertad de sus clientes. Finalmente, al filo de las ocho de la tarde, se conocían los autos judiciales en los que, en coincidencia con el Ministerio Público, el magistrado ordenaba la medida de encarcelamiento.
Allegados de los detenidos estuvieron todo el día en los juzgados e hicieron entrega de maletas con ropa para los mismos una vez se conoció la decisión judicial. Un vehículo de la Policía Nacional trasladó de nuevo a los arrestados a la comisaría, donde estaba previsto que bien ayer por la noche o hoy por la mañana un furgón de la Guardia Civil los trasladase al penal de A Lama.
Todo apunta, en todo caso, a que el caso acabará en otro juzgado, el de Instrucción número 7, ya que es el que estaba de guardia cuando presuntamente ocurrieron los hechos. Esto supondría que habría que celebrar nuevas comparecencias ante la magistrada titular de esta sala para que decida si ratifica o no la medida de prisión acordada ayer.
Más casos
Los delitos de naturaleza sexual se han disparado en Vigo. Y en los últimos dos años hubo más casos de ataques sexuales en los que, como ocurre en este caso, se investigó a más de un agresor. Un asunto recientemente juzgado en la Audiencia y que acabó con condenas mínimas para los autores fue el de los dos jóvenes que en agosto de 2020 abusaron de una chica a la que conocían y con la que habían coincidido en un pub: aprovechando que estaba inconsciente por el efecto del alcohol, se sobrepasaron con ella en el piso de uno de ellos, haciendo comentarios obscenos y de mal gusto mientras se turnaban para grabarlo con un teléfono móvil. Los jóvenes la desnudaron, azotaron, escupieron e insultaron. El vídeo con lo ocurrido llegó a circular por la red social Instagram.
Y en otro caso, aún en fase de instrucción, la jueza decretó prisión provisional para dos senegaleses acusados de violar a una joven de 18 años en un piso de Torrecedeira. Ocurrió en diciembre de 2021. Los investigados y la víctima se conocieron en un local de copas. Un testigo, que residía en la vivienda donde pasó todo, escuchó los gritos de la mujer a uno de los agresores, pidiéndole que no la “tocase”. Los investigados alegaron que las relaciones fueron consentidas.
