Una mujer pasó la noche del pasado miércoles detenida en los calabozos policiales después de intentar, supuestamente, ahogar a una perra de nueve años en la playa de Illetes. La mujer, según algunos testigos, parecía encontrarse bajo los efectos del alcohol.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles y tuvieron como triste protagonista a una pequeña perra llamada Laika. La dueña del can trabaja en la hostelería, realizando largas jornadas. Ello le impide estar las horas que ella desearía junto a su perra, que tiene nueve años. Por esta razón, un amigo suyo, que en estos momentos se encuentra de baja laboral y pasa la mayor parte del día sin salir de casa, le ofreció que él cuidaría del animal, mientras la dueña estuviera trabajando. Le dijo que la perra le haría compañía y, además, se encargaría de sacarlo cada día a pasear.

El miércoles, mientras este hombre se encontraba en un centro médico realizando una sesión de rehabilitación, fue su pareja quien se encargó de sacar al animal a pasear. Varios testigos vieron como la mujer empezaba a golpear con fuerza al animal, sin ninguna razón aparente. Fue tanta la violencia mostrada con la perra que varias personas tuvieron que llamarle la atención, según señaló la dueña del animal.

Más tarde la mujer se dirigió con el animal a la playa de Illetes. Seguía muy nerviosa y cogió al can y lo metió en el agua. Allí intentó ahogarle, aunque no lo logró porque otros bañistas vieron la escena e intervinieron de inmediato. Le arrebataron el animal a la mujer, al tiempo que se avisaba a la Policía Local de Calvià para que acudiera al lugar de los hechos.

Los agentes se hicieron cargo del caso. Hablaron con los testigos y confirmaron que habían presenciado un caso de maltrato animal. La mujer aún se encontraba en la playa y los agentes confirmaron que mostraba claros síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Ella no pudo dar ningún tipo de explicación coherente para justificar la razón por la que había intentado meter la cabeza del animal bajo el agua.

Los agentes de la Policía Local de Calvià entregaron a la mujer a la Guardia Civil del municipio, bajo la acusación de un delito de maltrato animal.

Los agentes se hicieron cargo del animal y lograron identificar a su propietaria. Avisaron a la mujer y le contaron lo que había ocurrido. La dueña del can está dispuesta a que se aplique todo el peso de la ley sobre la mujer que intentó ahogar al animal. Explicó que la perra se encuentra físicamente bien, hasta el extremo de que no fue necesario que un veterinario comprobara su estado. Si bien en un principio estaba muy asustado, cuando se reencontró con su propietaria recuperó su estado de ánimo. La dueña explicó que su amigo solo pudo mostrarle que estaba avergonzado por lo ocurrido.