En la preparación de este artículo se lanzó una pregunta en redes sociales: '¿A alguien le ha pasado que le hayan suplantado la identidad en redes sociales y robado fotos para crear perfiles falsos y promocionar contenido sexual en aplicaciones como OnlyFans?'. El mensaje se publicó con poca esperanza de conseguir algún testimonio más que acompañara al que se cuenta a continuación en estas líneas, pero la sorpresa llegó cuando en apenas un día, decenas de personas reconocieron haber sufrido este acto o conocer a alguien a quien le había ocurrido.

María (nombre ficticio para preservar su identidad) vivió esta situación hace un par de meses. Empezó con alertas de conocidos y seguidores que le escribían: “¿Esta eres tú?”. Un mensaje seguido de un link de un perfil de Instagram. María hizo click y dónde le llevó el enlace la dejó helada: “Habían cogido fotos de mi perfil y habían creado una cuenta con mi nombre y mis fotos.

Había stories de dos personas pixeladas manteniendo relaciones sexuales y ponía lo típico de ‘haz click aquí’”, explica la víctima de una suplantación de identidad en redes sociales. “Me dio mucha vergüenza. En las historias había un vídeo de dos personas teniendo sexo y pixelado. Puedes pensar que es cualquier persona, me pareció gratuito y muy fuerte”, cuenta a Levante-EMV tras denunciar a la Policía Nacional y a la propia aplicación de Instagram que ella no era creadora de ese perfil falso. Después de dos días lo borraron.

"Que roben una foto tuya y la reconviertan en algo sexualizado es muy desagradable"

“Cuando acceden a tu contenido y lo ponen en otro perfil, independientemente de lo que quieran nunca es bonito. Que roben una foto tuya y la reconviertan en algo sexualizado es muy desagradable, porque la publican en otra página fuera de contexto, lo que hace que presenten tu propia imagen con otra intencionalidad que no era la tuya”.  

La primera reacción de María fue asustarse "muchísimo". "No por la página como tal, que también, sino porque no sabía hasta qué punto habían tenido acceso a mi cuenta y tenía miedo que pudieran desactivarla”. Lo segundo que hizo fue decirle a todos sus amigos que denunciaran la cuenta. Después, fue a comisaría

Tras ponen la denuncia, siguió buceando por la red social y encontró una manera de ponerse en contacto con la empresa y demostrar, enviando una foto suya y su DNI que ella era ella y que la cuenta falsa era, efectivamente, fraudulenta. “Al día siguiente desactivaron el perfil, pero creo que esa posibilidad de demostrar que eres tú tiene que ser más visible en Instagram, a mí me costó encontrarla y fue lo que en última instancia hizo que desactivaran la cuenta falsa”, explica.  

El perfil que denunció promocionaba contenido sexual en otras aplicaciones haciéndose pasar por ella. «Me dijeron en la comisaría que a veces pasa que roban fotos de chicas y montan páginas ficticias para que los usuarios caigan, pinchen al link y después les piden dinero para acceder a un contenido que no existe», cuenta. Piensa en los «y si...». 

«¿Y si no me llego a enterar? La cuenta falsa solicitó amistad a todos mis amigos en redes». Cuando se dio cuenta del perfil falso con su nombre y foto «me puse histérica. Nunca me había pasado y lo peor es que no sabía hasta qué punto podrían llegar».