Trece personas han muerto y otras diez resultaron heridas de gravedad tras ahogarse en playas y pisicinas de Baleares durante el pasado mes de junio. Una media de casi un accidente acuático al día. El adelanto de la temporada alta turística y las altas temperaturas registradas esta primavera han provocado un incremento inaudito de estos casos. Del total de víctimas mortales, dos eran niños de seis y siete años que se ahogaron en piscinas de complejos hoteleros. Entre el resto hay varias personas mayores, que presumiblemente sufrieron un desvanecimiento o una enfermedad súbita mientras nadaban, y hubo también varios casos de jóvenes que resultaron heridos de gravedad al saltar al mar desde acantilados a gran altura.
El primer accidente acuático grave de junio se produjo el día 2 en la piscina de un hotel de sa Coma, en Sant Llorenç. Un niño británico de seis años fue rescatado en muy mal estado. Pudo ser reanimado y trasladado con urgencia a Son Espases, pero falleció tras pasar varios días en la UCI.
El día 4 un joven de 21 años sufrió una lesión medular tras lanzarse a una piscina poco profunda en Alcúdia. El día 9 dos personas, una mujer británica de 65 años y un hombre de 79, fueron rescatadas tras ahogarse en playas de Pollença y Alcúdia. Los dos pudieron ser reanimados.
El día 10 fue el peor del mes, con tres fallecidos y un rescatado en estado grave. Las víctimas mortales se registraron en las playas de Muro, Cala Agulla (Capdepera) y es Racó den Paupa (Sant Lluís, en Menorca). Una cuarta persona, un hombre de 55 años, fue rescatado en mal estado en la playa de s’Illot, en Alcúdia, y trasladado a un hospital en estado grave.
El día 12 hubo dos casos en Eivissa. Un hombre de 35 años falleció ahogado en una piscina particular en Santa Eulària, y otro hombre, de 33, ingresó en estado crítico en el hospital de Can Misses tras lanzarse al mar desde unos cinco metros de altura en Cala Salada y golpearse contra las rocas.
Entre los días 13 y 17 de junio se registró un accidente grave al día, y algún día dos. Un anciano de 83 años ingresó en estado crítico en Can Misses tras ser rescatado en Cala Salada. Al día siguiente falleció un hombre de 66 años, ahogado en una piscina comunitaria de un complejo de chalés en Nova Cabana (Marratxí). El día 15 un español de 33 años sufrió graves lesiones al saltar desde unos ocho metros de altura en un acantilado de Son Verí (Llucmajor). Fue rescatado por un socorrista y trasladado hasta una ambulancia en una complicada operación de rescate en la que participaron Bombers de Palma y de Mallorca. Ese mismo día fallecía un hombre de 73 años, ahogado en Cala Llombards. El día 16 apareció junto al acantilado de sa Mola, en Formentera, el cadáver de un hombre flotando el mar. Aparentemente llevaba varios días muerto. Al día siguiente fallecieron ahogados dos hombres, uno de 71 años en la playa de Migjorn, también en Formentera, y uno de 40 en Cala s’Almunia (Santanyí).
El día 20 murió un turista alemán ahogado tras golpearse contra las rocas en Santa Ponça. Ese mismo día, una niña irlandesa de siete años fue rescatada en muy mal estado de la piscina de un hotel en Calas de Mallorca. La pequeña falleció días después en Son Espases.
El día 21 un chico de quince años resultó herido de gravedad al golpear contra las rocas cuando saltó desde una altura de cuatro metros en Illetes. Dos días después, otro joven de diecisiete años sufrió también heridas al lanzarse al mar desde el lugar conocido como el «pont natural», en Cala Varques (Manacor), de unos doce metros de altura.
El día 23 murió ahogado un turista alemán de 80 años en la playa de Palmira (Calvià), y el 25 un hombre de 43 años fue hospitalizado en estado crítico tras ahogarse en la piscina municipal de Selva. Fue el último caso grave registrado ese mes.
Incidencias propias de agosto
Conchi Miguel, coordinadora de socorristas del Grupo Cabanach-Aquatast, confirma que han detectado un notable incremento en las incidencias respecto al mismo periodo del año pasado. «Se nota que la temporada alta ha empezado muy pronto y muy fuerte. Tenemos cifras de incidencias que son habituales en un mes de agosto, porque la ocupación turística ha sido la de un mes de agosto», comenta.
La empresa Aquatast gestiona los servicios de socorristas de más de un centenar de hoteles en Balears, Andalucía y Canarias. Su responsable de socorristas admite que están teniendo dificultades para cubrir las plazas necesarias, por lo que están trayendo socorristas de la península.
«Todos nuestros socorristas están titulados y realizan cursos de reciclaje», prosigue Conchi Miguel. «El sector se ha profesionalizado mucho, pero hay que tener claro que los socorristas no pueden evitar todos los accidentes. Pueden ayudar a prevenirlos y minimizar sus consecuencias, pero es importante unas precauciones básicas, como que los padres de los niños pequeños no los dejen nunca solos en las piscinas».
