El presunto autor del crimen cometido en las escaleras de un local de ocio de Cala Major, acontecido el pasado día 24, es un joven de 25 años, de nacionalidad española, que llevaba días escondido de la Policía sabiendo que le estaban buscando, hasta que decidió entregarse. Se cambió de domicilio después del homicidio y se marchó con su familia a otra casa, según ha podido constatar la Policía. Se le acusa del homicidio de Sebastián Femenías, de 34 años de edad, cocinero de profesión, que falleció como consecuencia de una única patada que le alcanzó la cabeza.

Según ha informado esta mañana la Policía, el incidente ocurrió en las escaleras de acceso a la discoteca Rockefeller’s, en Cala Major. Alrededor de las cinco de la mañana la víctima fue agredida en la entrada y como consecuencia de la patada perdió el conocimiento de inmediato. Tan pronto ocurrió el suceso el herido fue atendido por varios testigos y por el personal de seguridad del local de ocio. Mas tarde acudió la Policía y los servicios sanitarios de una ambulancia. Los sanitarios realizaron la correspondiente reanimación y trasladaron al herido al hospital de Son Espases. A simple vista ya se apreciaba que su estado era muy crítico. Tres días más tarde fallecería como consecuencia de la lesión cerebral que sufrió tras la patada en la cabeza.

Quien no se quedó para conocer el futuro de la víctima fue el agresor, que se marchó de inmediato del lugar de los hechos, si bien los testigos lo habían visto. Estos clientes de la discoteca confirmaron que el autor había estado en la discoteca acompañado de un grupo de amigos. La pelea se produjo cuando los clientes salían del local y se trató de una única patada, que la víctima sufrió cuando se encontraba sentada en la escalera. El golpe fue tan fuerte que Sebastián se desplomó contra el suelo, perdió el conocimiento y ya no lo volvió a recuperar.

El Grupo de Homicidios ha estado durante los últimos días analizando las imágenes y tomando declaración a los testigos, que dieron los detalles del desarrollo de la disputa. La localización y detención del sospechoso fue muy complicada, según apuntan fuentes policiales, debido a que el joven carecía de antecedentes policiales y desarrollaba una vida normal. Fue incluso complicada su identificación, dado que únicamente se contaba con la descripción física del individuo.

A través de las siguientes gestiones los investigadores consiguieron identificarle. Después se realizaron las gestiones necesarias para su localización. Fue entonces cuando la Policía descubrió que el sospechoso, junto a su familia, había abandonado su domicilio habitual y se había refugiado en otra casa. Se sabe que conocía que le estaban buscando por este homicidio.

La Policía continuó trabajando para localizar al joven, que se ha visto sometido a una estrecha presión para que se entregara. Finalmente el joven acudió por su cuenta a la comisaría de Policía, donde finalmente fue detenido y acusado de un delito contra la vida.