Sebastián Femenias Salvà no pudo superar las gravísimas lesiones que sufrió la Nit de Sant Joan cuando se encontraba sentado en las escaleras de la discoteca Rockefeller’s de Cala Major, en Palma. Un sujeto le propinó una patada en la cabeza que derivó en dos paradas cardiorrespiratorias de las que fue reanimado. La muerte le sobrevino poco antes de la medianoche del domingo en la UCI de Son Espases. La Policía Nacional sigue volcada en el caso y trata de recabar pistas para identificar y detener al autor de la agresión.

Los hechos ocurrieron sobre las cinco y media de la madrugada del pasado viernes. Femenias, de 34 años, estaba sentado en las escaleras de la discoteca. De repente, un individuo se le acercó y le propinó una certera patada en la cabeza que le hizo perder el conocimiento. El salvaje ataque se produjo sin mediar palabra alguna entre uno y otro, según han explicado varios testigos a la Policía. Acto seguido el autor emprendió la huida a la carrera.

Los testigos del ataque avisaron a los servicios de emergencia. Las asistencias sanitarias del Ib-salut acudieron al lugar a bordo de una UVI móvil. La víctima sufrió una parada cardiorrespiratoria y tuvo que ser reanimada en el lugar de los hechos.

Cuando los facultativos trataban de estabilizar las constantes vitales del joven, este sufrió una segunda parada cardiorrespiratoria. El personal sanitario también logró en este caso reactivar su pulso antes de ser trasladado a Son Espases en un estado extremadamente crítico.

De hecho cuando Sebastián llegó al hospital ya presentaba síntomas compatibles con una muerte cerebral. No obstante su situación se prolongó mientras se realizaban los trámites de donación de órganos. Su fallecimiento se certificó poco antes de la medianoche del domingo.

Por su parte, agentes de la Policía Nacional, con apoyo de la Policía Local, realizaron batidas durante unas dos horas para tratar de dar con el paradero del autor de la patada mortal al joven en la discoteca de Cala Major. La búsqueda resultó completamente infructuosa.

Investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se hicieron cargo del caso. La prioridad era identificar al autor de la brutal patada a la víctima. Los agentes lograron determinar que entre agresor y agredido no hubo intercambio alguno de palabras. No hubo aviso previo y aún falta por determinar si uno y otro se conocían o habían tenido algún encontronazo en la discoteca.

Cuando la víctima se encontraba sentada en las escaleras de acceso a la discoteca, el atacante le propinó una fortísima patada que impactó de lleno en su cabeza. A continuación el agresor emprendió la huida y desapareció rápidamente del lugar.

El visionado de las cámaras de videovigilancia de las inmediaciones de la discoteca de Cala Major, donde se produjo la patada mortal al joven, no aportó ningún dato significativo. Ninguna de las imágenes mostraba la agresión ni contribuía a identificar a su autor.

«Calvo y con gafas»

Los investigadores del Grupo de Homicidios trataron de reconstruir lo sucedido recabando declaraciones de los testigos. Así, uno de ellos señaló a un individuo «calvo y con gafas» como el presunto autor de la patada. No obstante las pesquisas policiales todavía se encuentran en una fase incipiente. Aunque la muerte del joven la noche del domingo ha acelerado la investigación notoriamente y tanto la identificación del atacante como su posterior detención se han convertido en una absoluta prioridad. 

Tras el fallecimiento de Sebastián Femenias en la UCI de Son Espases, poco antes de la medianoche del domingo, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma, donde ayer por la mañana se practicó la autopsia al cadáver.