Los tres miembros de una familia estafaron en Mallorca a conocidos suyos más de 500.000 euros con el pretexto de adquirir una vivienda. Tras cometer el fraude, huyeron a Cádiz. Agentes de la Policía Nacional de Palma se desplazaron a la ciudad andaluza y detuvieron allí a estas tres personas, dos mujeres y un hombre de 39, 21 y 49 años respectivamente, de la misma familia por un presunto delito de estafa continuada. Al menos 15 víctimas resultaron afectadas por este fraude, cuya cantidad podía ser muy superior.

La investigación policial se realizó en la denominada operación Pensión II. La principal investigada, y cabecilla de esta trama, era una persona muy conocida en determinadas barriadas de Palma. Esta se aprovechó de la confianza que tenían en ella para inducirles al engaño. Las víctimas creían que le estaban entregando un dinero para comprar una vivienda y este se apropiaba de estas cantidades y la adquisición no se efectuaba nunca.

Una empresa constituida

La cabecilla de este grupo criminal se ofrecía a conseguir inmuebles a personas de su entorno. Muchas de ellas tenían muy pocos recursos económicos. Ella les convencía de que podría conseguir hipotecas en condiciones ventajosas a su nombre con las que podrían comprar los inmuebles. En realidad, las sumas que le entregaban iban a parar a cuentas bancarias de su propiedad o de sus familiares. El fraude llegó a tal punto que llegaron a constituir su propia empresa para dar más apariencia de solvencia y de legalidad. frente a las entidades bancarias.

La gran mayoría de las víctimas llegó a pagar grandes cantidades de dinero. Mientras tanto, la investigada les ofrecía toda suerte de excusas en relación a las sumas que les iban reclamando los bancos para, supuestamente, formalizar la hipoteca.

Cuando ya no podían mantener las apariencias y la presión de los afectados se volvió insostenible, la familia de estafadores optó por emprender la huida. Su destino fue Cádiz. Los afectados, por su parte, denunciaron la estafa a la Policía Nacional.

Investigadores del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional se encargaron del caso. Las pesquisas policiales sirvieron para localizar a otros muchos afectados por este fraude. Tras analizar las cuentas bancarias de los defraudadores, los agentes comprobaron que habían extraído todo el dinero en efectivo de las mismas para no dejar rastro.

Tras diversas gestiones, los investigadores del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional en Palma averiguaron que los presuntos estafadores estaban en Cádiz. Sin dilación, los agentes se trasladaron a la ciudad andaluza y procedieron a su detención 'in extremis', cuando se disponían a mudarse a otra región.

Tras ser puestos a disposición judicial los tres presuntos estafadores en Cádiz, el juez decretó su ingreso en prisión. La investigación continúa, ya que el montante del fraude y el número de víctimas podría ser mucho mayor.